¿Por qué en España no hemos tenido ya una presidenta del Gobierno? Estoy convencido que tenemos políticas tan preparadas y tan capaces como cualquier político, además, tengo prisa en decir, que en lo tocante a presidentes los hemos tenido que no han sido por eso como para tirar cohetes, más en puridad han sido todo lo contrario.
El trabajo de un presidente/a no es una industria de fuerza física, pongo por caso como quien siembra azadón en ristre un bancal de patatas. Su trabajo consiste mayormente en conocer las necesidades de su país, los medios con que cuenta, ordenar las prioridades, hacerse respetar respetando las leyes, pero sobre ninguna otra cosa, tener completamente claro que nada es más importante que el pueblo que gobierna, y que su tiempo como presidente/a está al albor de las urnas electorales. En consecuencia, el suyo es un trabajo interino y que jamás debe tomarse su país como si este fuera su cortijo.
Dicen quiénes lo saben, que el poder con frecuencia vuelve a los hombres necios, engreídos, cuando no borrachos de soberbia, creyéndose imprescindibles, llegando en su fatuidad estar contentos de haberse conocido. ¡Ay de aquel que en su sana honestidad se atreva a cantarle las verdades del barquero! Cuando un presidente llega a estar atacado por la vanidad es un hombre perdido como presidente y también como político.
Se dice a veces con admiración del hombre hecho a sí mismo. De eso se puede dudar, de lo que no cabe duda es que la mayoría de idiotas con poder no han sido pocas las veces que lo han logrado con la ayudas de algunos idiotas como él.