A votar toca, eso es lo que nos manda el gobierno. Parece que no votamos bien en abril y hay que votar de nuevo. Es posible que eso se repita hasta que lo que salga les guste a nuestros políticos. Cuando estaba Franco votábamos muy poco, solo recuerdo que voté una vez, y salió lo que él quería, sin problemas. Ahora con eso de que debe parecer que estamos en una democracia las cosas son más complicadas. Pero en el fondo es lo mismo, si no sale lo que ellos quieren, a votar de nuevo.
Hemos vivido unos meses de una increíble comedia, en que los dirigentes políticos de los grandes partidos nos han tomado a los ciudadanos por idiotas. Las actitudes ridículas y aun más ridículas las explicaciones que nos han dado hace que realmente nos sintamos todos más que cabreados.
Lo que sí se ha demostrado es la incompetencia y falta de voluntad de nuestros dirigentes. No es cuestión de quien tiene la culpa, es cuestión de responsabilidades políticas. Por tanto la primera responsabilidad cae en el Sr. Sanchez que era el encargado de formar gobierno. El no lo ha hecho por incapacidad o por falta de voluntad y por tanto ha fallado y tiene que dimitir. Otros dirigentes como Iglesias y Rivera han demostrado también su incapacidad y total falta de voluntad de responder a lo que los ciudadanos habían pedido en abril y por tanto también sería consecuente que dimitieran. El Sr. Casado se ha mantenido al margen, podría haber ayudado, pero es el que menos responsabilidad tenía de la presente situación.
No es que la labor fuera imposible. En las comunidades y ayuntamientos ha habido muchos casos en que se han tenido que negociar gobiernos de coalición y sea por la derecha o por la izquierda, se han llegado a acuerdos los gobiernos se han formado. ¿Por que no se ha hecho lo mismo en el gobierno de España?
En primer lugar parece que para llegar a los más altos cargos políticos lo que hace falta es mucha ambición y clara mediocridad. Al menos eso es lo que se refleja en los dirigentes políticos que tenemos. La ambición es clara, Sanchez no quiere moverse de donde está ni quiere compartir sillón, Iglesias ha pedido todo el tiempo vicepresidencias y Rivera se cree que encabeza la oposición. La mediocridad se ha visto en la forma en que se han llevado lo que ellos denominan negociaciones.
La comedia que ha sido la negociación entre PSOE y UP es para escribir un comic para explicar a los niños como no se negocia. Desde el principio fue un sinsentido. Iglesias pidiendo vicepresidencias y Sanchez sin querer hablar. Casi todas las ofertas se han hecho a través de los medios de comunicación, en vez de encerrarse los dirigentes y negociar sin prensa alrededor. Constantes comunicados de desconfianza mutua. Iglesias pidiendo ministerios porque no se fían de los socialistas, una buena forma de no conseguir nada.
El punto culminante fue en julio cuando el PSOE ofrece una vicepresidencia y tres ministerios a UP y ellos lo rechazan con Iglesias sintiéndose humillado. Hay que tener mucho ego para sentirse humillado por esa oferta. En agosto hubo una pausa, Sanchez necesitaba vacaciones. Luego en septiembre UP cambia de parecer pero el PSOE retira la oferta. Lo que en julio era sí para uno y no para el otro, en septiembre fue un no del primero y un sí del segundo. Todo absolutamente ridículo.
Mientras el país sin gobierno estable por meses, sin nuevo presupuesto que son absolutamente necesarios y sin resolver los problemas de precariedad que humillan a buena parte de la ciudadania. La prioridad no han sido los ciudadanos sino los intercambios de sillas entre los políticos.
Si vamos a nuevas elecciones es fundamental que esos lideres dimitan. No podemos ir a votar a los mismos paquetes que nos dieron en abril para que nos encontremos en la misma situación en noviembre. No nos pueden enviar a votar de nuevo como si fuéramos un rebaño de ovejas. Si hay que votar de nuevo hacen falta antes unas cuantas dimisiones.