En estas últimas semanas unas cuantas decisiones judiciales, el griterío en el Congreso, la regeneración de un partido cambiando de casa y por último unas declaraciones del presidente del gobierno diciendo que España es una democracia plena, han acabado con mi habilidad de mantenerme educado, por tanto vamos a tomar unas cervezas y olvidarnos de la política.
La cerveza no solo ayuda a relajarnos sino que también es un buen tema de conversación. Es probablemente la bebida alcohólica que primero se creó, viene de los comienzos de nuestra civilización junto al invento del pan, hace más de 5.000 años. En aquellos tiempos era cerveza sin lúpulo, pero parece que les encantaba igualmente a nuestro antecesores.
La primera referencia que conozco está en «La épica de Gilgamesh», uno de los libros cuya copia más antigua es en tableta de arcilla y escrita en cuneiforme. Es una historia interesante sobre el famoso rey de Uruk que nos da una visión de la cultura arcadio-sumeria. El libro contiene la versión más antigua del Diluvio Universal que más tarde se incorporó en la Biblia.
Este libro comienza con la creación de Enkidu por los dioses y como este al llegar a la Tierra se comportaba como una bestia salvage, comía hierba, mamaba leche de otras bestias e iba al abrevadero a beber. Informado de ello Gilgamesh, envió a una prostituta para que lo sacara de esta situación. La mujer con sus encantos, mucha paciencia y finalmente haciéndole comer pan y beber cerveza lo transformó en humano. Con la comida Enkidu se tomó siete vasos de cerveza. Siempre me ha parecido una interesante formula para humanizar bestias.
También en la Biblia encontramos referencias a la cerveza, aunque en las traducciones corrientes no usan ese nombre sino «bebida fuerte.» No gusta mucho a los seguidores de la Biblia hablar de bebidas alcohólicas. En el llamado cinturón de la Biblia, la zona en donde vivo, aún hay muchos condados que prohíben la venta de bebidas alcohólicas. Es interesante que viajando en coche uno se da cuenta enseguida cuando pasa de un condado seco a uno que permite el consumo alcohólico, justo a la frontera está lleno de carteles anunciando la venta de bebidas. Muchos evangelistas están en contra del alcohol hasta tal punto que niegan que Jesús bebiera vino en la última cena. Dicen que bebió zumo de uvas.
El tema de la cerveza ha salido a la luz últimamente por el descubrimiento hecho en el sur de Egipto de la fabrica más antigua de cervezas, data de la época del predinástico rey Narmer. En Egipto las mujeres se ocupaban en general de la confección del pan y la cerveza. La receta de esta última parece que era simple, poner una especie de pan en remojo en agua unos días para que tenga lugar la fermentación.
La producción de cerveza no se propagó mucho por el Mediterráneo, donde la vid crece fácilmente y la producción de vino ha sido dominante. Pero sí se propagó en zonas del norte de Europa y fue evolucionando. En España cuando yo era joven solo había unas pocas marcas de cerveza, por ejemplo la Damm y la Moritz en Barcelona y el Aguila y Mahou en Madrid. Pero en los últimos años la producción de cerveza artesana ha crecido enormemente en todos los países y en donde vivimos en EEUU hay muchos bares especializados en cervezas artesanas.
Yo siempre tuve curiosidad por la fabricación de cerveza hasta el punto de que cuando estaba de postdoc en Glasgow hice un intento de fabricar cerveza en el piso donde vivíamos. No funcionó la cosa. Pero ahora tengo a mi hijo Daniel que se ha montado en casa todo un sistema de producción y hace unas cervezas excelentes. Toda una variedad de IPA's y Punks. Cada par de semanas produce más de cuatro docenas de botellas de cerveza y así vamos tirando.
Al menos hay algo positivo en la historia de la humanidad: ¡hemos progresado mucho en la calidad de la cerveza!