Escribo esto dos días antes del sorteo de Navidad y cuando me lean ya estaremos en plena celebración navideña. Si no ha sido agraciado con un buen premio le recomiendo se invente algún chiste sobre su mala suerte y si le ha tocado algún premio interesante, espero verle descorchando y agitando alguna botella de cava y duchando con su contenido a todo aquel que se le aproxime y sé que lo hará aunque no le guste el cava o sea usted un abstemio empedernido y lo hará frente a la administración que le vendió su número, porque allí van a estar las cámaras de TV para hacerle famoso y diferente a otros mortales muertos de envidia.
En cualquier caso, si no ha sido afortunado y sabe que en su comunidad de vecinos el del 4º-1ª pesa ciento veinte quilos, dígale que le toque la espalda y luego dedíquese a decir a todo quisqui que le ha tocado el gordo, será una mentira piadosa, no se condenará por ello y el gustazo que se dará al ver la cara de sus amigos y sobre todo la de sus enemigos, será de pronóstico reservado. Y mientras atento salte, grite, cante y baile mientras sea gratis y espero y deseo haya pasado un feliz día de Navidad.