Todos sabemos el peso permitido de nuestro equipaje cuando lo facturamos al viajar en avión, y nos hemos acostumbrado a medir las dimensiones de nuestra bolsa o maleta de cabina, todo obviamente a golpe de sorpresas y pago de extras cada vez que volamos, son ya años y años de merma de esa flexibilidad que le daba calidad al viaje, a cambio de billetes supuestamente más asequibles. Pero, ¿cuánto nos excedemos nosotros mismos? Ahora una compañía se ha propuesto comprobarlo pesando a sus pasajeros. La aerolínea finlandesa Finnair argumenta que es por razones técnicas, para equilibrar el vuelo, y así de entrada, parece razonable, nadie quiere que ahí arriba los cálculos fallen y que el aparato se escore o algo peor. Pero la medida, que no es nueva porque antes ya la han aplicado Korean Air y Air New Zealand, ha levantado la polémica, se debate si se trata solo de seguridad o es una nueva vuelta de tuerca gordofóbica para rentabilizar al milímetro el espacio y la capacidad del avión. ¿Hasta dónde van a llegar las exigencias de las compañías aéreas? ¿Nos van a avergonzar ahora por cada kilo de más adosado a nuestras lorzas?
De momento Finnair ha logrado con creces el número de voluntarios, 800, que pedía para realizar su prueba de pesaje que, por cierto, pese a garantizar que el resultado es privado y no se cruza con los datos personales, se realiza junto a la maleta en la puerta de embarque. Menudo estrés añadido. Las aerolíneas realizan un cálculo aproximado del peso del pasaje y del equipaje para garantizar un vuelo seguro, Finnair realiza un pesaje cada cinco años y los datos que obtenga ahora -los viajeros van a ser pesados en febrero, abril y mayo-, se utilizarán por los organismos de transporte de ese país para los cálculos de carga útil hasta 2030. De momento nadie habla de penalizar por los kilos de más de las personas que quieran viajar en avión, sería una discriminación manifiesta, pero cuidado, hace años era impensable que el bolso contara como equipaje de mano.