Es probable que algún lector recuerde alguno de mis escritos sobre los hermanos Femenías, vecinos des Pla des Monestir, sacando a la luz curiosos datos incluso familiares, si bien el más citado fue don Gregorio Femenías, intentando entrar en sus astilleros, parece ser más o menos vecino de la Elèctrica Nova y las destilerías Xoriguer. El Sr. Gregorio fue un gran maestro de los llamados d’aixa. Junto al taller, su hermano Gerónimo, destacado constructor de galeras y carretones, formó la Sociedad Femenías Hermanos. En 1920 decidieron hacer un velero aparejado de pailebote al que llamaron «Júpiter», en 1923 atravesó el Atlántico rumbo a Nueva York.
Otros datos informan que en agosto de 1930 fue vendido a la Naviera Mallorquina y pasó a llamarse «Cala Fornells», instalándole un nuevo motor Bumeister Wain. En 1937 encontrándose fondeado en Gandía, fue hundido por la aviación nacional. Finalizada la guerra, la Naviera Mallorquina lo volvió a poner en servicio.
Los de mi época lo recordarán cada semana o quince días atracaba frente al bar de Cabalcanti, incluso en cierta ocasión pudo subir anclas y partir, gracias a mi padre, Gregorio Caules Llull, arreglándoles el motor, trabajo que se repitió a lo largo de los años a otros motoveleros. Según decía el mecánico, el problema estribava en que llevaba motores viejos de poca cilindrada.
Trabajaba mucho durante todo el año, en sus líneas de las Balears y Alicante o Valencia con sus distintos puertos. Fue en 1946 que se le cambió el motor, ignoro la marca de 160 HP y 5 nudos de velocidad.
En 1958, un armador de Ceuta lo compró llamándolo «Reme», con un nuevo motor semidiesel. Por el fallo del motor quedó a la deriva. El «Abc» publicó aquel incidente sucedido a la altura del Peñón de Velez. Los seis náufragos fueron recogidos tras catorce horas en el mar por el mercante holandés «Cresta», subiéndolos a bordo y remolcando el «Reme» hasta el puerto más cercano.
El final estaba escrito, le llegó el 27 de marzo de 1987, cuando se perdió definitivamente por naufragio.