«En ocasiones, da la sensación de que Menorca desea un turismo sin turistas» (Iñaki Gabilondo, Foro Illa del Rei 2010).
Frase pronunciada por un buen observador y periodista que en pocas palabras resumía una realidad. Una realidad que prevalece en algunos colectivos -quiero pensar que minoritarios-, en la que dejan su huella de protesta en una pintada de mal gusto «culpables de la nostra misèria». Frase que demuestra un claro rechazo hacia el turismo. Pero si reflexionaran bien, verían que la miseria vendría si dejan de venir turistas a nuestra isla. La fuente principal de ingresos en Menorca ya hace tiempo que no es ni la industria, ni el campo, sino el turismo.
Es verdad que tenemos un par de meses con saturación de turistas, por lo que se debería hacer un replanteamiento para promocionar Menorca no como una isla únicamente de sol y playa, sino como una isla singular de la que se puede disfrutar en cualquier época del año. Para ello lo primero a mejorar sería mantener y asegurar la conectividad aérea durante todo el año.
Tenemos un potencial de oferta con suficiente atractivo, para aquellos turistas que buscan algo más que sol y playa. Una oferta suficientemente diversificada, para cualquier estación del año.
Podemos ofrecer rutas ecuestres, visitas guiadas a yacimientos arqueológicos, rutas de llocs que elaboran quesos y embutidos artesanos, que hacen venta directa con degustaciones. Ruta de bodegas con visitas guiadas y cata de vinos. Ruta de faros, Camí de Cavalls.
Tenemos museos como el Museo de la Radio, el Museo de Ciencias Naturales en Binissuès, Museu de Menorca, Museo Diocesano. Sitios como el Palacio Olivar, Can Saura, Ca n'Oliver. El Toro, Santa Maria, la Catedral, Ayuntamiento de Ciutadella, Centro Artesanal. Y podríamos alargar mucho más la lista de lugares…
Eso contribuiría a mantener muchos establecimientos abiertos todo el año y mantener también más puestos de trabajo. No nos engañemos, la miseria no vendrá por exceso de turismo, sino por la ausencia de él. Lo que debemos hacer es promocionar Menorca de manera diferente y tratar a los visitantes, como nos gusta que nos traten, cuando somos nosotros los que hacemos turismo.