Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:
Te diré cosa

Cómplices

|

Comentemos hoy, si les parece, la risible escena en la que un individuo, individua o individue, pilla in fraganti a su pareja, encamado, encamada o encamade, emitiendo sospechosos gemidos. Con un morro premium, aquel que cometió la traición declara que la cosa no es lo que parece y que puede explicarlo todo.

España lleva representando esta pantomima a calzón quitado demasiado tiempo ya.

Usamos (adecuadamente, lo acepto) la palabra «presunto», a  sabiendas de que es increíblemente improbable que alguien borre de su teléfono pruebas que demostrarían su inocencia.

Hasta el menos espabilado puede imaginar los motivos de la amnistía, de los favores (fiscales y de otras índoles) concedidos a determinadas autonomías; las circunstancias nepóticas que adjudican puestos chollescos a sobrinas, hermanos y resto de allegados; los silencios cómplices de los medios apesebrados ante determinados hechos más que infames.

Yolanda (la que hace filigranas con el lenguaje, con resultados inquietantes) amenaza con coger la puerta y… quedarse (está consternadísima), Page amenaza algo menos fuerte (tiene miedo de perder pie), pero ni el uno ni la otra realizan la única acción que tendría sentido tras su constatación de que el partido en el gobierno hace demasiadas cosas que no debería hacer: expulsar, por medio de su voto a quien (según ellos, y no les falta razón) está abusando de las infinitas triquiñuelas que les permite su mando en plaza, afectando gravemente a la calidad democrática de nuestro país.

Todos y cada uno de los los parlamentarios que acuden a sesión (cuando les obliga el jefe) viven mejor en su escaño que como lo harían si tuvieran que currar (sostengo que nada productivo hacen desde sus despachos) en el mundo real del madrugar y aportar un beneficio constatable (no la puñetera palabrerìa inane que sueltan cuando se ven obligados por las circunstancias). Es por eso, y solo por eso, que no descabalgarán jamás a quien les ha proporcionado su privilegiado modus vivendi. Muchos saben perfectamente que chapotean en un barreño de mierda, pero su dignidad, que debe sufrir, lo hace en menor medida que su miedo a buscarse un trabajo de verdad en un mundo de verdad (viven en un lujoso teatro haciendo el paripé).

Quienes entregamos la mitad (si añades el IVA al IRPF, al impuesto de sociedades,al IBI y a su puñetera madre, seguro que no exagero) de nuestro esfuerzo a esta gente que lo dilapida (cuando no se lo lleva puesto) no deberíamos ser tan condescendientes. Y muchos lo son, siendo así cómplices (junto a parlamentarios, senadores,eurodiputados y periodistas vendidos) de quienes nos parasitan tan descaradamente.

La basura que aparece (gracias a los «pseudomedios», y eso habrá que agradecerles) pone de manifiesto circunstancias colaterales, como la incapacidad permanente concedida a personas atléticas mientras se deniega a currantes sin padrino en la PSOE te lo juro primo.

Esa pava que demostró ser tan cretina como para no imaginar que puede haber dos nombres iguales (el juez era un espía con dos DNI) no es un hospital, ni una carretera, y sin embargo mis impuestos dedican cien mil pavos a que ella los pille, con la única contraprestación de concurrir a unas pocas reuniones en esa letrina que resulta ser RTVE.

Ahora que toca pagar el trimestre, me siento un cretino por alimentar tanta gente inútil, que jamás hizo nada positivo por mejorar la sociedad que parasitan.

No dudo de que haya políticos honestos, vocacionales, competentes, con valores, que sepan hacer cosas, pero se les puede contar con los dedos de una oreja (si lo comparamos con todos aquellos vecinos que conocemos y que aportan su esfuerzo y conocimientos a nuestra sociedad, y hablo desde el panadero hasta el oftalmólogo pasando por el conductor de autobús y tantos otros trabajadores que viven peor que los sujetos a los que alimentan con sus impuestos), mientras que la masa de aprovechados inútiles, sin otra ideología que la de amarrarse al cargo se cuentan por decenas de miles.

Verlos aplaudir en el congreso y gritar mentiras y falacias que no se traga ni un imbécil me entristece.

Pobre país.

Sin comentarios

No hay ningún comentario por el momento.

Lo más visto