Debe ser que somos de cabeza dura porque no aprendemos nada de la política transcurrida después de 40 años de democracia. Sí…debe ser eso porque no se explica que el PSOE no recuerde que le ganó a la derecha de Mariano Rajoy la moción de censura porque el PP estaba de corrupción hasta las cejas. Y ahora va el PSOE y se enfanga bien en la misma corrupción que llevó al PP a la oposición. ¿Qué es más corrupta, la corrupción del PP o la corrupción del PSOE? Los que se dedican a la política deberían de saber que el votante empieza a estar harto de unos y de otros. Se deja de votar a un partido por culpa de los desmanes de corrupción y se vota al otro partido en la esperanza de que los años de oposición le habrán enseñado lo que no se puede hacer en política, pero el «olor» de los millones que no cuesta trabajo ganar son una poderosa droga de corromper políticos vulgares, «chorizos de despacho» cuando no de escaño parlamentario. Gente que se convierte en «gentuza» para los que es urgente que el código penal se endurezca lo suficiente para pensárselo mucho antes de tirar por las trochas de la corrupción. Y en cuanto a las empresas que no vacilan en ofrecer millones para alcanzar determinados contratos, la sanción penal debería ser aún más dura porque en puridad son los que con sus ofertas económicas convierten gente en gentuza.
Es bochornoso contemplar cómo algunos «mercachifles» dicen que si el corrupto es de mi partido, eso no es corrupción, pero si el corrupto es del partido contrario esa es una corrupción insoportable. ¡Cuánta hipocresía! ¡Cuánta desfachatez! ¡Qué sinvergonzonería barata! Ya no es que el «y tú más» les declare como corruptos, lo preocupante es que ya hay quienes empiezan a decir que incluso el sistema es corrupto, y eso, señores políticos, es muy peligroso. Que la corrupción es imposible de erradicar, miren ustedes, yo creo que no, pero mientras tanto no me tengan a un corrupto juzgado, sentenciado y encontrado culpable después de un larguísimo e interminable sumario para al final seguir en la calle cual si fuera persona honorable. Eso se puede remediar inmediatamente. Claro que, por lo visto, hay que ver lo fácil que es que un pobre desgraciado, por muy poquita cosa, vaya a parar a la cárcel y lo «difícil» que debe de ser meter en el trullo a los grandes corruptores que, al paso que vamos, están empezando a poner en peligro el propio sistema democrático.
Algún «tontolaba» dice preferir a un socialismo con corruptos antes que a un gobierno de derechas. ¿Pero no se dan cuenta que así es precisamente como se va a la oposición?
Votar a otro partido que ya fue defenestrado por corrupto, es apostar por lo mismo y de eso, aunque con harta paciencia, ya se ha enterado el personal, de modo que si los señores políticos quieren seguir ejerciendo, ya pueden empezar a cambiar algunas cosas metiendo en la cárcel para varios años a quienes se han hecho merecedores de ello además de recuperar riquezas corruptamente alcanzadas. Lo contrario lleva a la democracia a no ser considerada como un sistema político útil y necesario. Dense cuenta de lo que todo eso supone. Ustedes verán lo que hacen pero ¡háganlo ya!