Sin duda, estamos en un momento histórico, tristemente, en cuanto a la magnitud de los incendios que asolan y han asolado nuestro país.
No comprendo que no se les caiga la cara de vergüenza cuando los informativos muestran a una sexagenaria golpeando con su escoba un foco de fuego; mientras, en los cuarteles, los zapadores se rascan lo huevos a dos manos. Que veamos como los bomberos duermen en coches o directamente en el suelo y nadie haya pensado en desplazar soldados que coordinen tiendas de campaña, donde puedan descansar en un catre, unas pocas horas.
Viendo al señor del bar llevarles bocadillos, ¿no parece razonable que ya deberían estar montadas las cocinas militares de maniobras, preparando zafarranchos a los voluntarios y brigadistas? Me vienen imágenes de ciencia ficción, ¿cómo existiendo los medios, los recursos y el personal no han sido debidamente movilizados?
Un ejemplo más de que somos en realidad una nación de auténtico tebeo. Un vecino, con su camión cisterna, llegando hasta los de extinción, intentando que no tengan que abandonar la zona del incendio por tener que recargar los depósitos. ¡De verdad! ¿Dónde están los vehículos cisterna del Ejército? ¿Y de quién depende su movilización en estas excepcionales situaciones de dramática emergencia? Nos lo preguntamos.
Es posible que nunca suframos un tsunami, excepcionalmente sufriremos una erupción volcánica y remota es la posibilidad de un terremoto; aun así, ¿es necesario sufrir una catástrofe para empezar a diseñar un plan de actuación? ¿Hay que esperar a que el agua llegue al cuello, para pensar en lo que hay que hacer? ¿No se puede planificar una estrategia de coordinación ante emergencias en momentos de calma?
Comunidades lanzando billetes a la mal llamada cultura del toro y racaneando fondos a los forestales, congelando sueldos y recortando equipación en los meses que se debería prevenir desgracias, en tanto exigen al Gobierno que despliegue equipos, más de los existentes (incluso contando con la colaboración de los socios europeos, cosas de ‘bocachanclas’) y en demasiados casos inmovilizados una vez recibidos. Ya sabemos que a perro flaco, todo son pulgas.