Se ve que la economía balear va como un cohete. Eso es lo que dicen las grandes cifras macroeconómicas, con más pasajeros que nunca, más trabajadores que nunca, más ingresos que nunca, más recaudación que nunca, hoteles más caros que nunca. Todo va como nunca. También el precio de los alquileres, más altos que nunca, o la compra de vivienda, que vive precios de vértigo. Solo hay algo que no va como nunca, sino que sigue como siempre: los sueldos. Eso no va como nunca. El éxito macroeconómico no llega al ciudadano de a pie, que, en medio de tanto récord, las sigue pasando canutas para llegar a fin de mes. Eso sigue como siempre.
SE VE QUE TAMBIÉN al Govern de Marga Prohens le va como nunca porque esta semana ha vuelto a decir que se opone de plano a que el Gobierno le perdone una deuda de 1.741 millones de euros. Al Govern le sobra el dinero. Tendrá que hacer un gran esfuerzo didáctico para explicar a los ciudadanos las razones de ese rechazo, que le liberarían de una onerosa carga de deuda porque, hasta ahora, la justificación ha sido más bien escasa.
Esas razones que no se cuentan se conocen: el Govern se opone porque esa medida se pactó con ERC a espaldas del resto de comunidades autónomas. Tiene motivos para protestar por las formas, porque esa decisión debería haberse tomado en un ámbito oficial, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con el concurso de todas las comunidades autónomas. Tiene razón la presidenta Marga Prohens cuando dice que la raíz del problema no es la deuda sino un deficiente sistema de financiación que ha llevado a las comunidades a endeudarse por encima de sus posibilidades. Pero que el procedimiento haya sido torticero y anómalo porque todo nace de un nuevo peaje de ERC al Gobierno no tiene que invalidar una medida que es buena para Balears y para otras comunidades como la valenciana, especialmente endeudada por culpa de ese sistema de financiación.
SE TENDRÁ que cargar de argumentos para defender un rechazo que desde el PSOE critican con simplismo y, en ocasiones, con mentiras. No es muy ejemplarizante que algunos de los dirigentes que claman contra las fake news cuelen después argumentos que no son ciertos. El perdón de esos 1.741 millones no supondrá que podrán gastarse 1.741 millones en sanidad, educación y vivienda. No es cierto. El Govern se ahorrará el pago de los intereses de esa deuda, que no está mal, pero convendría no desmontar la argumentación del Govern con argumentos que no se ajustan a la verdad. Que unos tengan muy difícil explicar su postura no da carta blanca a que los otros la censuren con un argumentario impreciso o directamente falso.