Ante la barbarie, no cabe el silencio. No quiero ser cómplice de decisiones ajenas vinculades a los placeres pervertidos del dinero. Voy a ser claro: El pasado 7 de octubre, la organización terrorista Hamas lanzó un ataque sin precedentes sobre el territorio israelí. Hubo secuestros de personas inocentes que asistían a una fiesta y muertos. Ante estos hechos, el gobierno sionista israelí, corrompido hasta las cejas, movilizó su maquinaria de guerra e invadió el territorio palestino para hacer tabla rasa y ocupar lo que todavía les quedaba por usurpar.
Hasta hoy en día los muertos palestinos y periodistas extranjeros, siembran la tierra sagrada, mejor dicho, desangrada. Todo esto ya lo saben ustedes no es una serie película de alguna plataforma digital. Europa y Estados Unidos, junto al sionismo, quieren a golpe de genocidio, en sus planes de destrucción y exterminio, crear una especie de Ciudad de vacaciones, un Las Vegas con sus mafias, tahúres, prostitución y adicciones enfermizas. Hagan juego… la banca siempre gana.
Hasta aquí los hechos explícitos. Ahora toca ver un poco más en profundidad: Hamas es una organización creada por el Estado de Israel para dividir al pueblo semita palestino que, en su día, se identificaba mayoritariamente con la ANP-OLP, recuerden la figura carismática e internacionalmente reconocida de Yasser Arafat. Cabe suponer que Hamas, financiada por Israel, desde entonces está infiltrada por elementos pro-sionistas. Algo huele a podrido.
Otro hecho incontrovertible es que desde hace más de sesenta años Israel mantiene el ejército en estado de alerta en los territorios ocupados a base de amenazas, represión y violencias varias. Hay controles cada pocos quilómetros y los palestinos son obligados a humillarse ante los guardias y sus peticiones arbitrarias.
Otro dato que me obliga a no dudar de mi afirmación final es que el Mossad, el servicio de espionaje y contraespionaje israelí, es uno de los más preparados del mundo técnica y humanamente. El Mossad durante los años precedentes al día de hoy, siempre lo ha controlado todo y sabe lo que se cuece dentro de Israel y fuera, en Gaza, Cisjordania, Líbano… Siempre han presumido de eficientes y concienzudos. Seguro que ya sabían lo que iba a pasar.
Visto lo anterior, no me cabe ninguna duda de que los hechos del día 7 de octubre, fueron consentidos, si no animados por los elementos sionistas que, desde hace años buscaban una excusa para arrasar y exterminar un territorio que no es suyo y un pueblo que no se puede defender.
Además, todo ello se entiende mejor cuando sabemos que el actual gobierno israelí está corrompido y acosado por la justicia, esta última paralizada por la excepcional situación de guerra, provocada por los sionistas, bendecida por EEUU y auspiciada por Europa.
Todo lo anterior da que pensar, pero, sobre todo obliga, moral y éticamente, a actuar porque, si no lo hacemos, nos harán la cama y los próximos serán otros pueblos y etnias. No te calles en la calle, en la prensa o en cualquier otro medio de comunicación, nos va el futuro, date cuenta.