Algo tiene la sede de la Conselleria de Turismo. Algo hay en aquellas majestuosas salas que hace que sus moradores no puedan evitar percibir sensaciones. Las percibió el anterior inquilino del palacio de la calle Montenegro, Iago Negueruela. Aquella frase de la «sensación de saturacion» aún le persigue, con más corporeidad que los fantasmas que dicen que habitan en las inmediaciones de la Conselleria, en la confluencia con la calle de la Mà des Moro. Ahora es su sustituto, Jaume Bauzà, quien ha dicho esta semana que hay sensación de que ha habido menos congestión turística. Dice que hay que esperar a que acabe la temporada, pero por el camino asegura en el Parlament que toda apunta a que ha habido menos presión sobre el territorio.
De momento, a la espera de las cifras definitivas, la realidad es que este agosto tenía que haber sido –en términos periodísticos– el de la saturación, pero ha terminado siendo el de las pateras. Hubo una gran manifestación a principios de verano, que también se hizo en otras ciudades de Europa, pero más allá de las pintadas de Arran en la calle Montenegro no ha habido protestas contra la masificación al estilo de las que se realizaron el verano pasado para recuperar las playas. El equivalente podría ser la iniciativa de recuperar las plazas para esas cenas populares, pero las protestas tenían más que ver con la reivindicación de recuperar espacios cedidos a los turistas que con la protesta por la presencia masiva de turistas.
¿Hay menos turistas? Como dice el conseller, habrá que esperar el cierre de la temporada para contar. Que la saturación turística no haya llenado páginas de los medios de comunicación y que sí haya habido lamentos de los restauradores entra dentro de la categoría de ‘sensaciones’ de las que hablan los consellers, pero hay algunos elementos que hacen pensar que esta no será una temporada de récord. Un dato lo da el Índice de Presión Humana de junio, inferior al del año pasado. Es muy probable que el de agosto quede por debajo del récord de 2024. La oposicón a esas sensaciones viene de los datos del aeropuerto, disparados en pasajeros y con más viajeros que nunca. Sin embargo, también es posible que haya más pasajeros que nunca, pero menos turistas que en años anteriores. Si llegan diez turistas y se quedan una semana, habrá diez pasajeros en el aeropuerto y diez visitantes en la Isla, pero si llegan diez turístas que se quedan tres días y, cuando se van, llegan otros diez turistas que se quedan cuatro días, ese semana habrán pasado 20 pasajeros por el aeropuerto pero solo habrá estado diez turistas sobre el terreno. Eso es lo que parece que puede estar pasando. Eso explicaría que la ‘sensación’ es que este año hay habido menos saturacion. En cualquier caso, es casi seguro que, en algún momento de agosto, Balears se haya acercado a los dos millones de personas al mismo tiempo sobre el territorio. Menos que el año pasado, sí, pero mucha, muchísma gente.