Es como si manejara los aranceles haciendo girar una ruleta. ¿Qué método emplea?, ¿qué baremos?, ¿qué bases? A Canadá un 35 por ciento, a México un 25 por ciento, a Brasil un 50 por ciento y no sé dónde he leído que en principio a China se hablaba de un 140 por ciento. Parece que en el convencimiento que como presidente puede «hacer lo que quiera» estaría la respuesta por eso yo decía cuando las elecciones que estas no solo influyen en EEUU si no en todo el mundo, sobre todo cuando en la caña del timón va un personaje como el que mayoritariamente ha elegido el votante americano que repite que como presidente puede «hacer lo que quiera» y así se atribuye poderes interpretando las leyes que le convenga a su política comercial y que han sacudido los mercados financieros creando una fuerte incertidumbre entre empresarios y financieros que no alcanzan a ver en qué puede parar semejante manera de trastocar el delicado mundo del libre comercio.
Dicen quienes lo saben que cuando un general romano regresaba victorioso de sus incursiones guerreras y desfilaba por las avenidas de Roma, llevaba un esclavo o lacayo a su lado que le iba diciendo: recuerda que solo eres un hombre.
Es un hecho conocido que a su regreso a la Casa Blanca prometió expulsar del país al menos un millón de inmigrantes irregulares y que ha reforzado a niveles jamás vistos las filas del ICE, la agencia del control de inmigrantes. Lo cierto es que ya han sido expulsados más de 150.000. Mientras hay otras leyes que parecen hacer frente a las decisiones de este hombre; tanto es ello así que el gobierno de Washington alega que si desmantelan su sistema de aranceles provocarán la ruina financiera del país porque entre otras cosas se verían obligados a devolver lo recaudado que según indicaciones del departamento del tesoro desde el principio de año se han recaudado 159.000 millones de dólares en aranceles.
Respecto a cómo se ve a si mismo este hombre, a veces pienso que es como el gallo que cree que el sol se levanta para oírle cantar, pero en cuanto a las preocupaciones que ocasiona que se lo pregunten a Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, que se ha visto forzado a formar un ejército a todas luces desproporcionado para un país como Venezuela con tropas de milicianos y voluntarios ante el temor de una invasión. El día 2 de septiembre las tropas americanas destruyeron una lancha venezolana matando a 11 personas. Se han destruido algunas lanchas más con algunos muertos y fíjense en el dato siguiente: la Casa Blanca ofrece 43 millones de euros por la captura del político chavista a lo que este responde: «es una amenaza extravagante, inmoral y sangrienta».
Qué pensará este hombre de lo que ha dicho de él Moisés Kaufman, que ha dicho y publicado que «estamos en un momento peligroso» para añadir «Trump es la mayor desgracia de la historia de Estados Unidos». Mariano Alameda ha sido si cabe más plural al decir y publicar que «tenemos un mundo gobernado por necios». No quiero seguir reproduciendo lo que se dice de este mandatario que ha puesto en un pispas la economía mundial ‘patas arriba’. Desgraciadamente los efectos de sus arbitrarias decisiones no se circunscriben al país donde él es presidente sino al mundo entero que se ve zarandeado y humillado al tener que aceptar sus políticas financieras. En el despacho oval debería haber un letrero o un lacayo que de tanto en tanto le dijera «recuerda que solo eres un hombre».