Sara Montiel ha recibido un homenaje en la 13º Gala del Concurso Nacional de Cortometrajes de Antequera, donde ha declarado que está «enamorada de la vida» y ha dejado claro que no ha tenido muchos, sino «muchísimos» amantes a lo largo de su vida. Claro que su mayor pasión es el cine, que ha sido «lo más importante» de su vida desde que empezó en él con catorce años.
A sus 82 años, Sara Montiel sigue trabajando y ha recibido un homenaje a su vida profesional en la 13º Gala del Concurso Nacional de Cortometrajes de Antequera. La actriz ha agradecido el detalle calificándolo de «precioso» y ha animado a los participantes en el concurso a que trabajen duro para conseguir sus sueños, como ella hizo.
«Yo amaba y sigo amando el cine con toda mi alma. Hay que luchar en la vida. A veces se llega y a veces no, pero si se pone interés lo podemos conseguir», ha declarado. «Me vais a matar de amor, no tengo palabras. Gracias a mi público, a Antequera por este homenaje tan bonito, me han emocionado los aplausos de todos ustedes».
«No estoy retirada»
La actriz sigue activa pese a su avanzada edad y afirma estar «muy bien de salud» tras ser dada de alta del hospital, donde ingresó por una neumonía. «No estoy retirada, en absoluto», aclaró. «Llevo trabajando desde que tenía catorce años, cuando hice mi primera película».
En cuanto a su vida amorosa, Montiel ha afirmado estar «enamorada de la vida» y ha dejado claro lo apasionada que ha sido con los hombres. «¿Cómo que muchos amantes? Muchísimos, no muchos. Te has quedado corto», afirmó la octogenaria actriz.
Montiel ha descartado además que mantenga un romance con su ex, Giancarlo Viola, que sigue insistiendo en que tengan una relación. Ante la pregunta de si seguía dando calabazas al italiano, respondió: «De momento sí, es muy pesado. Muy bueno pero muy pesado».
Parece que su único problema actual son los líos económicos en los que le metió su antiguo administrador, al que ha calificado de «chorizo». «No ha dejado de decir que mis hijos me habían abandonado al arruinarme, porque sólo estaban conmigo por el interés. Eso es una mentira como una catedral, mis hijos viven conmigo en mi casa porque lo que tengo yo es de mis hijos», ha