El cantante de pop británico George Michael relató su experiencia en la cárcel donde cumplió una pena de cuatro semanas por haber estampado su vehículo contra una tienda de fotografía cuando se encontraba bajo los efectos del cannabis y aseguró que se «mereció» esa sanción.
En una entrevista concedida al programa de la emisora británica Radio 2, el ex solita del grupo Wham se confesó «avergonzado» por haber infringido la ley en repetidas ocasiones y contó que actualmente se somete a terapia para superar los problemas que tiene con las drogas.
Michael indicó que dado lo «vergonzoso» de su comportamiento -por «haber infringido la ley repetidamente"- sentía que tenía una «cuenta que saldar» con lo que aceptar la sentencia le resultó más llevadero: «Fui a la cárcel y saldé mi cuenta».
Preguntado sobre su reacción después de que un tribunal leyera su sentencia tras declararse culpable del cargo de conducción bajo los efectos de las drogas y posesión de dos cigarrillos de cannabis, respondió que, al contrario de lo que se pudo haber imaginado la
gente, la experiencia no fue «tan horrible».
«Es muchísimo más fácil aceptar una forma de castigo si crees que realmente te la mereces, y yo lo merecía», explicó.
Recordó que su encarcelamiento se debió a dos motivos: al hecho de que le condenaban por segunda vez por un mismo delito y también por ser quien era: «Soy George Michael y el chico anuncio del cannabis».
En un principio, el artista, cuyo nombre real es Georgios Panayioto, fue trasladado a la prisión londinense de Pentonville, en el norte de la ciudad, donde recibió cartas de otros artistas famosos como Elton John, Boy George y Paul McCartney.
Al recordar su primera noche tras las rejas, respondió con ironía: «Estamos hablando de Pentonville, no de un fin de semana fuera».
«*Qué pensaba yo? No sentí lástima de mí mismo. Pensé: 'dios mío, este lugar está absolutamente indecente».
En cuanto a las publicaciones que aseguraron que su estancia en la cárcel le habían dejado «llorando» y totalmente desquiciado, aseguró que eran «tonterías».
Michael salió de la cárcel el 11 de octubre del 2010 tras cumplir una condena de cuatro semanas por haber conducido bajo el efecto de las drogas cuando empotró su coche contra una tienda de fotografía el pasado 4 de julio.