La ministra de Sanidad, Leire Pajín Iraola (San Sebastián, 1976), ha iniciado este fin de semana sus tradicionales vacaciones en Menorca en la propia isla del Lazareto, la residencia estival hasta ahora reservada apenas a mil turistas anuales -los antiguos funcionarios del Ministerio- que, hace tres meses, se comprometió personalmente por escrito a abrir también al resto de menorquines.
Pero mientras aquel convenio suscrito el 27 de marzo con el entonces presidente del Consell, Marc Pons, sigue sin tener vigencia, la ministra continúa haciendo de tan emblemático paraje del puerto de Maó su residencia veraniega personal en la Isla. Lo curioso del caso fue ayer comprobar como no sólo la utiliza ella, sino que se hace acompañar también de sus padres. Se trata del renombrado barón socialista José María Pajín, asesor en la Subdelegación del Gobierno en Alicante, y su esposa Maite Iraola. Concejal del Ayuntamiento de Benidorm, Iraola militó hasta septiembre de 2009 en el PSOE, partido que abandonó tras protagonizar un sonado caso de transfuguismo que tuvo que ser censurado hasta por su propia hija, en calidad de secretaria de organización de los socialistas.
Leire Pajín y sus padres zarparon en la mañana de ayer del embarcadero existente en el islote del Lazareto y, tras bañarse en la playa de Binibeca (Sant Lluís) y comer en un restaurante de Sant Climent, volvieron a media tarde a la residencia propiedad del Ministerio. Así lo atestiguan las imágenes tomadas por los fotógrafos de Ultima Hora Menorca que acompañan esta información.
El Ajuntament de Es Castell, que impulsó hace dos años la recuperación del Lazareto para la población menorquina, asegura que los funcionarios pagan apenas 300 euros por 16 días de estancia en la residencia a pensión completa, un precio que incluye el traslado en barco. Por contra, ni un solo isleño puede acceder al Lazareto, a no ser que tenga que ver con la anual Escola d'Estiu de Salut Pública que allí se organiza cada mes de septiembre.
El Consell se hizo eco de la necesaria apertura del islote y el 27 de marzo suscribió un convenio con la propia ministra Leire Pajín que preveía abrir el enclave a las visitas públicas a partir del pasado 15 de junio. Pero, casi tres semanas después, la virtualidad del acuerdo sigue siendo una incógnita, que no ha logrado despejar ni la actual consellera de Turismo, Salomé Cabrera. Ajena en absoluto a la presencia de la ministra, de la que ayer tarde no tenía constancia oficial, la consellera se ha citado esta semana con la administradora del Lazareto, Ana Isabel Muñoz, para reactivar el compromiso y regular el régimen de visitas.