El pasado sábado el movimiento de maletas y demás enseres fue constante en las inmediaciones de Pedralbes, y es que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín han decidido dejar su residencia barcelonesa para poner rumbo a un destino que, por el momento, es desconocido.
No está siendo un año fácil para los Duques de Palma que se ven sometidos a una gigantesca presión mediática tras la imputación de Iñaki Urdangarín por presunta corrupción relacionada con irregularidades del Instituto Nóos, un caso que ha obligado a la Casa Real a intervenir y ha afectado notablemente a la imagen que el conjunto de los españoles tienen de la Corona.
Ante la innumerable oleada de críticas que se ha vertido sobre el Duque de Palma y su entorno, tanto él como su mujer la infanta Cristina han evitado pisar este verano el Palacio de Marivent -la residencia mallorquina en donde la Familia Real española acostumbra a pasar sus vacaciones veraniegas-, y solo sus cuatro hijos han disfrutado de unos días en la isla.
Los medios les han hecho 'imposible' salir de su casa
Mientras esto ocurría, los Duques de Palma se trasladaron a Barcelona y estuvieron viviendo un auténtico arresto domiciliario en Pedralbes, la casa que poseen en la Ciudad Condal. Iñaki Urdangarín prácticamente no pisaba la calle y la infanta Cristina, quien se prodigaba un poco más, lo hacía huyendo de la decena de fotógrafos y periodistas que la acompañaban en cada paso que daba.
Y es que parece que la presencia de los duques en España no está causando muy buenas opiniones entre la sociedad, por lo que todo apunta a que la familia ha decidido que, hasta que todo se aclare, lo más conveniente es que abandonen por un tiempo el país.