La modelo Heidi Klum y el cantante Seal formaban el tándem perfecto. Era una pareja de enuseño admirada y querida por todos, y con ellos parecía que las historias de cuento eran posibles en el mundo real. Pero desgraciadamente el sueño se rompió en mil pedazos cuando ambos hicieron pública su separación.
Ocurrió el pasado mes de enero, cuando la pareja, a través de un comunicado enviado a la revista People, hizo público el fatal desenlace de su historia. «Nos estamos separando. Hemos disfrutado siete años de matrimonio llenos de amor, lealtad y felicidad, pero tras mucha reflexión hemos tomado esta decisión», escribieron.
Según sus palabras, todo hacía presagiar que el proceso de divorcio iba a ser uno de los más amistosos de la historia pero tras conocerse la más que probable relación sentimental de la modelo con su guardaespaldas, la tormenta ha estallado.
Seal ha hablado con los periodistas de TMZ y se ha despachado a gusto sobre el asunto: «Bueno, chicos, eso es lo que sucede cuando dos personas se separan, siguen con sus vidas y eso generalmente quiere decir gente nueva en su entorno. No espero que Heidi se convierta en monja», expresó Seal a la cámara de TMZ.
«Esperaba que Heidi mostrara más clase»
Pero tras una breve pausa añadió: «No esperaba menos de él (el guardaespaldas) pero hubiera preferido que Heidi mostrara un poco más de clase y esperara a que nos separáramos antes de decidir fornicar con los empleados».
Sin duda duras palabras que presentan a Seal como la 'víctima' y a Heidi como la 'malvada' de la historia, algo que ella no está dispuesta a tolerar y por lo tanto se ha apresurado a negar las acusaciones de su ex marido afirmando que nunca le fue infiel.
¿Quién tendrá razón? Solo el tiempo lo dirá.