El protagonista masculino de la película Titanic, Leonardo DiCaprio, entre otros muchos trabajos cinematográficos y uno de los mejores actores del momento, disfruta de unas románticas vacaciones en Mallorca. Acompañado de su novia, la modelo alemana Toni Garrn, durante el día de ayer disfrutaron del relax en la lujosa habitación del hotel en el que se alojan y tras la siesta salieron a pasear en bicicleta y jugar un partido de tenis.
La pasada semana, DiCaprio y Garrn estuvieron en Eivissa y decidieron conocer Mallorca. Como dos turistas más, Leonardo y su chica intentan pasar desapercibidos entre visitantes y residentes, aunque es bastante difícil para quien ha visto algunas de las grandes películas del actor. Ayer por la tarde, al llegar al club de tenis, dos chicas le reconocieron y le pidieron hacerse una foto con él. Molesto y bastante antipático, Leonardo negó el recuerdo a sus fans. El actor ha perdido parte de su atractivo físico en los últimos años y ayer mostraba una imagen descuidada y abandonada.
El ganador de un Globo de Oro por su papel en El Aviador se mostró esquivo ante la cámara, como en el film Atrápame si puedes, y al vernos pedaleó con todas sus fuerzas dejando atrás a la bella modelo alemana, uno de los famosos ángeles de la firma de lencería Victoria's Secret.
Posiblemente, DiCaprio nos tenga en cuenta en una próxima entrega de Diario de un rebelde. Y es que ayer parecía un auténtico chico malo. Quizás le habría gustado tener lo que El hombre de la máscara de hierro, para que no le descubriéramos. Pero es difícil haber protagonizado Titanic y pasar desapercibido por cualquier lugar del mundo.
La pareja pasa unos románticos días, al igual que Romeo y Julieta, en un lujoso hotel y seguro que la suite será de lo más parecido a La habitación de Marvin. Hoy jueves y festivo, Leonardo y su chica podrían revivir en algún lugar de Mallorca algunas secuencias que el actor protagonizó en La playa.
Derroche de películas e infinidad de premios y reconocimientos el de este estadounidense que ha conquistado a numerosas y espectaculares modelos.
En tierra batida y raqueta en mano aconsejamos a DiCaprio que siga en el mundo del cine, pues como deportista y sobre todo tenista no tiene la materia prima necesaria. A lo largo y ancho de la pista danzó como una bailarina. No dio dos golpes seguidos y, aunque estuvo como público VIP en la final de Roland Garros, no tiene ni idea de cómo va la puntuación o como son las reglas de juego. Las normas se las fue comentando su chica, pero él no las aceptaba.
DiCaprio dio ayer una clase de divo, de persona caprichosa y consentida. Respondía con aires de superioridad a la gente que se le acercaba. Posiblemente sea uno de los grandes actores de Hollywood, pero como persona deja bastante que desear.