El centro de cría Qinling Panda Research Center de la provincia de Shaanxi, en el sudoeste de China, fue este martes el escenario de un momento emotivo y esperanzador. La panda gigante Qinqin, nacida en ese mismo centro en 2013, dio a luz a gemelos de panda gigante, un macho y una hembra, de 176 y 151 gramos respectivamente. Es la segunda ocasión en la que Qinqin tiene gemelos, ya que se estrenó en 2020 con dos hembras. Otra panda, Yong Yong, también dio a luz a gemelos a principios de este mes.
Se desconoce el nombre del padre; desde hace años, los veterinarios de este tipo de centros han utilizado la inseminación artificial para acelerar el crecimiento de esta especie, de difícil motivación para la procreación y que depende de una dieta compuesta en gran parte por el bambú de las montañas del oeste de China. En las últimas décadas, gracias a los programas de conservación y otros esfuerzos, la situación del panda gigante ha mejorado. En 1980 había poco más de un millar de osos panda gigante en China, mientras que, en 2014, se estimó que unos 1.864 ejemplares viven en libertad, además de otros 500 en cautiverio.
En 2021, las autoridades chinas declararon que la especie ya no se encuentra en peligro de extinción, sino que es su estado es vulnerable, en la Lista Roja de Especies Amenazadas, que gestiona la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, su futuro todavía está amenazado, a causa, en buena medida, de la progresiva pérdida de su hábitat natural debido a la agricultura extensiva, la industria y la deforestación. Además, algunos de los efectos del cambio climático, como las sequías y los incendios, tampoco favorecen su situación. Con todo, el nacimiento de estos dos pequeños es un hilo de luz esperanzador.