María Teresa Campos falleció el martes 5 de septiembre, a los 82 años de edad, en el Hospital Jiménez Díaz de Madrid, donde ingresó de urgencia por una insuficiencia respiratoria aguda. Su larga y fructífera carrera profesional le permitió generar importantes ingresos económicos para acumular en estas cinco décadas de profesión un gran patrimonio que, no obstante, en los últimos tiempos menguó. Sin embargo, lejos de dejar todo preparado antes de su fallecimiento, la periodista se habría negado a firmar su testamento ante notario.
Así lo afirma la revista Semana, que esta semana analiza cómo queda la herencia de la popular periodista ante la falta de testamento oficial y cómo afecta a sus hijas, las principales herederas legítimas, Terelu Campos y Carmen Borrego. A pesar de lo que pueda parecer, el patrimonio de la presentadora era más bien escaso debido a sus innumerables gastos y a sus cuentas pendientes con la Agencia Tributaria, habiendo menguado considerablemente en los últimos tiempos.
Los gastos a los que tuvo que hacer frente la periodista en los últimos años le hicieron ir desprendiéndose de casi todas sus valiosas propiedades, incluyendo su lujosa mansión de Molino de la Hoz, en Las Rozas, de 2.000 metros cuadrados. De todas las propiedades, a día de hoy parece quedar solo una: una casa cerca de Pedralejos, en la costa de Málaga. Una vivienda de unos 175 metros cuadrados que consta de cuatro dormitorios, dos cuartos de baño, cocina, comedor y una gran terraza.
Además de sus propiedades, la presentadora también administró dos empresas dedicadas a la producción en medios de comunicación: TeteCO y LuCam. La primera de ellas continúa en activo, y sus activos siguen valorados en cientos de miles de euros. Tras su muerte serán sus herederas legítimas, Terelu Campos y Carmen Borrego, quienes administren su patrimonio.