Parece que el tiempo no pasa por Halle Berry. A sus 58 años, la actriz sigue teniendo una piel joven y una forma física envidiable, en la que, sin duda, tienen mucho que ver sus hábitos saludables y algún que otro truco de belleza que, por suerte, está al alcance de todas las mujeres en España.
En una entrevista, Berry confesó que uno de sus secretos mejor guardados es añadir colágeno a su café diario, un suplemento cada vez más popular por sus beneficios para la piel, el cabello y las articulaciones. Además, reveló que no hay nada como un relajante baño de sal para desintoxicar el cuerpo y reducir el estrés.
Una bebida con numerosos beneficios
Aparte de tomar colágeno en el desayuno, la actriz ha confesado ser una fanática del caldo de hueso, que incluye dentro de la dieta cetogénica que sigue. "Puedes prepararlo, puedes ir al carnicero y conseguir todos los huesos que van a tirar, y te los dará gratis. Toma los huesos, hiérvelos durante 24 horas... y bebe el caldo. Está tan lleno de colágeno que es una locura", explicó en una entrevista para el canal de televisión Extra.
Una decisión muy inteligente por su parte ya que este preparado aporta calcio, vitamina D y otros nutrientes muy beneficiosos para la piel, el cabello y el organismo en general. Según el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos), contiene una importante cantidad de proteína por taza.
La proteína es un nutriente esencial que ayuda a aumentar la producción de colágeno, algo esencial para cuidar la piel y los huesos, tal y como explica el dermatólogo Craig Austin, fundador de Cane + Austin Skincare. "Estos nutrientes se envían al torrente sanguíneo y abastecen la dermis (la parte más profunda de la piel) con el colágeno producido naturalmente".
Otros trucos de belleza de la actriz
La actriz es muy activa en redes, especialmente en Instagram, donde comparte su rutina deportiva y los cosméticos que usa habitualmente, como las sales de baño. A Berry le encanta disfrutar de un baño relajante aderezado con sus sales de baño favoritas de Kismet, en concreto, las de lavanda y sal rosa del Himalaya.
Las sales de lavanda son conocidas por su efecto calmante y relajante. Ayudan a combatir el estrés, favorecen el descanso y mejoran la calidad del sueño. Suavizan la piel y alivian la tensión muscular después del ejercicio. Por su parte, la sal rosa del Himalaya es rica en minerales como magnesio, calcio y potasio, que contribuyen a remineralizar el organismo, estimulan la circulación y dejan la piel más tersa y revitalizada.