La alfombra roja de Cannes, un lugar reservado al glamour por el que este sábado ha desfilado Rossy de Palma, se convirtió en una plataforma improvisada desde la que la actriz mexicana Salma Hayek se unió a la campaña internacional para exigir la liberación de las 200 niñas secuestradas en Nigeria.
Hayek decidió desplegar una hoja en la que estaba escrito #BringBackOurGirls ('Devolvednos a nuestras niñas), el lema que nació en Twitter para hacer presión y lograr la liberación de las niñas secuestradas a mediados de abril por una milicia radical islámica.
La mexicana estaba presente en la alfombra roja para el estreno del filme Saint Laurent, que narra la vida del modisto cuya casa de modas pertenece ahora al grupo Kering, presidido por François-Henri Pinault, el marido de Hayek.
De esta forma, la actriz se hizo la protagonista de una alfombra roja por la que había paseado ataviada con un llamativo vestido fucsia con escote palabra de honor.
Al mismo tiempo llegó la actriz francesa Julie Gayet -que hace poco finalizó su relación con el presidente de Francia, François Hollande-, con un vestido negro de pronunciado escote.
También desfilaron por la alfombra de Cannes los protagonistas de Saint Laurent, entre ellos Léa Seydoux, con un brillante vestido verde, y Aymeline Valade, que llevaba un esmoquin como homenaje al modisto que rompió esquemas al hacer que las mujeres portaran trajes masculinos.
Otros rostros conocidos que pasaron por la alfombra de Cannes fueron la actriz Eva Longoria, de blanco y larga cola; Rossy de Palma, Jean Paul Gaultier y el veterano Michel Piccoli.