El panorama de la comedia española ha encontrado en los últimos años a uno de sus talentos más refrescantes. Yunez Chaib, a sus 31 años, el humorista de origen melillense afincado en Mallorca se ha convertido en uno de los rostros más queridos por la audiencia de TVE gracias a su presencia regular en La Revuelta, el programa nocturno presentado por David Broncano. Este lunes arranca la nueva temporada del exitoso espacio de TVE, y todo apunta a que el colaborador mallorquín seguirá formando parte del equipo habitual del programa, consolidando su papel como una de las voces más personales y reconocibles del formato.
Aunque nació en Melilla, su traslado a Manacor durante su infancia marcó profundamente su identidad y desarrollo personal. En sus propias palabras, compartidas en un artículo para El País, su llegada al mundo fue tan peculiar como premonitoria de su futuro irreverente: «Mi madre me acabó de parir en el sofá con la ayuda de unas vecinas, y mi abuela cortó el cordón umbilical con las tijeras de cortar pescado». Esta anécdota, contada con su característico tono desenfadado, refleja la naturalidad con la que aborda incluso los temas más personales.
Antes de conquistar las pantallas de España y convertirse en un referente del humor, Yunez Chaib trabajó como reponedor en un supermercado, una experiencia que sin duda ha nutrido su perspectiva y su material cómico. Su conexión con Mallorca permanece intacta, y a menudo recuerda la playa y los veranos isleños como elementos fundamentales de su infancia y juventud, algo que queda patente en las fotografías que comparte en sus redes sociales.
Del dolor a la risa: una transformación personal
Lo que diferencia a este comediante de otros es su capacidad para transformar experiencias dolorosas en material humorístico. Desde su establecimiento en Madrid hace ya cuatro años, Chaib ha desarrollado un estilo único que utiliza el humor como herramienta de superación personal. «Siempre que puedo convierto el racismo en comedia porque es una manera de superarlo», ha explicado en numerosas entrevistas y monólogos, revelando la profunda intención que subyace tras sus chistes más punzantes. Esta estrategia no solo le ha servido como mecanismo de defensa personal, sino que ha conectado profundamente con el público español, que ve en él a alguien capaz de abordar temas complejos desde una perspectiva refrescante y constructiva. Su humor, lejos de ser superficial, invita a la reflexión sobre prejuicios arraigados en la sociedad española actual, todo ello sin perder la capacidad de hacer reír a carcajadas.
El traslado a la capital española en 2021 también ha afectado a su identidad lingüística, algo que él mismo comenta con ironía en sus actuaciones. «Preparando esta actuación me he dado cuenta de que he perdido mucho vocabulario en catalán. Vivo en Madrid desde hace tres años, antes vivía en Mallorca y he perdido muchísimo vocabulario, como 7.600 palabras», explica en uno de sus clips más virales. Con su característico estilo, añade: «Creo que por eso no vuelve Puigdemont, porque ya no se acuerda de nada», una broma que ejemplifica su habilidad para navegar temas culturales y políticos con ingenio.
Trayectoria profesional: más allá de la televisión
Aunque muchos espectadores le han descubierto recientemente gracias a su participación en La Revuelta, la carrera de Yunez Chaib comenzó mucho antes y abarca diversos formatos. Su dedicación al mundo de la comedia viene de largo, habiendo participado en numerosos espectáculos de monólogos en teatros por toda España, una actividad que sigue compaginando con sus apariciones televisivas.
Además de su trabajo semanal junto a Broncano —quien inaugura esta semana una nueva temporada del programa—, donde comparte plató con otros colaboradores como Ricardo Castella, Grison, Sergio Bezos, Jorge Ponce o Lala Chus (quien dio las campanadas con el presentador jienense para recibir el 2025), Chaib ha demostrado su versatilidad en otros formatos como Stand-Up 3000 de Comedy Central, consolidándose como una de las voces más interesantes del panorama humorístico nacional. Su talento no se limita al stand-up comedy.
En los últimos años ha comenzado a explorar el mundo de la interpretación, con apariciones en series de televisión como Mai neva a Ciutat de TV3 o Doctor Portuondo en Filmin, donde compartió reparto con figuras establecidas de la comedia española como Berto Romero o Arturo Valls, ampliando así su repertorio profesional y demostrando que su capacidad expresiva va más allá del monólogo. Un referente cultural emergente. En un momento en que la sociedad española debate sobre identidad, integración y diversidad cultural, su figura emerge como ejemplo de cómo el humor puede servir como puente entre diferentes realidades y experiencias.
Su capacidad para hacer reír mientras plantea cuestiones profundas sobre el racismo y la identidad le ha convertido en un referente para muchos jóvenes de orígenes diversos que buscan su lugar en la sociedad española. A través de su presencia mediática, está contribuyendo a normalizar la diversidad en un espacio tan influyente como es el entretenimiento televisivo.
Pero ese es moro.