La cafetera de cápsulas es uno de los electrodomésticos más utilizados y, a la vez, de los que menos se limpian. Por ello, quienes quieran disfrutar de un buen café y, al mismo tiempo, prolongar la duración de la máquina, deben cuidarla. Aunque hay a quienes esto le puede provocar cierto estrés, lo cierto es que basta con seguir unos sencillos pasos para recuperar el sabor más potente de la que es la bebida favorita de muchos.
El principal síntoma de que la cafetera no está todo lo limpia que debería se manifiesta en su sabor, más aguado y con poco o nada de espuma. Así, aunque optar por agua mineral baja en cal es ideal para conservarla en buenas condiciones, también es aconsejable recurrir al sistema antical que ofrece cada fabricante. No obstante, conviene conocer los trucos y consejos tan simples que se enumeran a continuación.
Pasos para limpiar una cafetera de cápsulas
Para descalcificar la cafetera de cápsulas y, por ende, ayudar a que el sabor y la calidad del café sea el mejor posible, sin que tenga un gusto extraño, lo primero que hay saber es que la frecuencia con la que se debe limpiar depende de cuánto se use y de la dureza del agua de la zona en la que se viva.
A continuación, hay que disolver unos polvos o una pastilla en el depósito del agua de la cafetera, y encenderla de la misma forma en que se haría un café. De esta manera, se asegura que no quedan restos del producto introducido para descalcificar.
Por último, se limpia la cafetera y su depósito a conciencia. No hay que olvidarse de hacerla funcionar de nuevo sin capsula varias veces para que desaparezcan los polvos de descalcificación.
Con qué productos se puede descalcificar
El truco más rápido y sencillo es vaciar y cambiar cada mañana el depósito del agua, o pasar por agua los circuitos de la cafetera, antes de preparar el café: se retiran así todos los restos que permanecen en el interior. Sin embargo, en función de lo sucia que esté, puede que funcione mejor utilizar estos productos:
- Polvos o pastillas.
- Zumo de limón o bicarbonato de sodio. El proceso es casi el mismo en los dos casos: se rellena el depósito con una cucharada sopera de uno de estos productos por cada medio litro de agua.
- Vinagre. Hay que llenar el depósito con un 20% de vinagre y un 80% de agua. Se enciende y se deja que la solución pase por el circuito hasta que se termine. Después se repite este proceso dos veces más, pero solo con agua.
Por tanto, para descalcificarla se pueden usar productos especiales o recetas caseras. Pero el proceso no cambia, puesto que hay que quitar, vaciar y limpiar el depósito de agua, al que se añade el elemento que se vaya a utilizar. Después, se pone en marcha hasta que se termine toda la solución.