Es uno de los consejos más extendidos en la era digital: si tu teléfono móvil se moja, debes meterlo en un recipiente lleno de arroz para salvarlo. Pero, ¿este truco popular realmente funciona? Según expertos y diversos estudios, la respuesta es más complicada de lo que parece. La idea detrás de este método es que este cereal, al ser deshidratado, puede absorber la humedad y acelerar el proceso de secado. En teoría, el arroz actuaría como un agente desecante natural, parecido a las pequeñas bolsas de gel de sílice que a menudo se encuentran en los embalajes de productos electrónicos.
No obstante, expertos advierten que esta no es la mejor estrategia. El arroz puede absorber algo de humedad, pero no lo suficiente como para secar completamente un dispositivo. Además, existe el riesgo de que pequeños granos o polvo se introduzcan en las ranuras del teléfono, causando más daño. El consenso entre los profesionales es que lo mejor que puedes hacer es apagarlo inmediatamente, quitar la batería si es posible, y secarlo cuidadosamente con un paño suave. Luego, dejarlo en un lugar cálido y seco, pero no bajo luz solar directa ni aplicar calor de manera directa, ya que podría perjudicar los componentes internos.
Si tu dispositivo no funciona después de esto, o si se ha mojado con agua salada o cualquier otro líquido que no sea agua dulce, lo más recomendable es llevarlo a un servicio técnico profesional. Muchos fabricantes ofrecen servicios de reparación para estos casos, aunque este tipo de daños a menudo no están cubiertos por la garantía. En conclusión, el 'método del arroz' es en realidad más un mito que una solución efectiva. Puede no ser dañino en sí mismo, pero no es la mejor opción y podría incluso empeorar la situación. Por lo tanto, en caso de emergencia acuática, recuerda: apaga, seca y espera.