Cada 8 de agosto se conmemora el Día Mundial del Orgasmo Femenino con el objetivo de crear conciencia sobre la sexualidad femenina y el derecho al placer. Aunque sea el día de este clímax, la sexóloga Claudia Marcos recuerda que «el objetivo del sexo es el placer, no el orgasmo» y es por eso, por lo que se debería sensibilizar tanto a las mujeres como a los hombres. «Nadie te habla del orgasmo», señala la experta en cuanto a la educación sexual que reciben los jóvenes. Pese a que sí hay más conocimiento sobre la protección y el consentimiento en las relaciones sexuales, desde su criterio «lo más importante es normalizar la sexualidad desde la familia».
La propietaria de Boutique Sensual propone que es tan simple como decir: «las personas que quieren estar juntas disfrutan sus cuerpos». Sin embargo, otro factor que también confunde a la mayoría es, según indica la sexóloga, la premisa compartida por las películas, «se ve cómo siempre la mujer llega al orgasmo más placentero a través de la penetración y no tiene por qué ser así». Ya que, el orgasmo es una respuesta involuntaria, es decir, un reflejo ante un alto nivel de excitación. Cuando se acumula la tensión sexual, se alcanza un punto en el que se produce una liberación repentina de la presión acumulada. «Sucede lo mismo cuando conectas muchos aparatos eléctricos y saltan los plomos, el sistema no puede soportar tanta tensión», simplifica Claudia Marcos. De hecho, en francés se le llama la petite mort por esto mismo.
Marcos quiere desmitificar la expectativa que rodea el clímax. Respondiendo a los que creen que «sin orgasmo no hay placer», que para esto se deben reunir unas características tanto físicas y de fisionomía como energéticas y mentales. Factores como la alimentación, el estrés, el descanso y la capacidad de relajación afectan al orgasmo. «Cuanto más limpio esté tu cuerpo, más fácil será llegar al orgasmo», aclara la sexóloga. Una alimentación sana y equilibrada mejora el flujo sanguíneo por lo que, consumir alimentos bajos en sodio y ricos en potasio, como frutas y verduras, puede ayudar a «mantener la eficiencia del flujo sanguíneo que facilita la estimulación, y con ello, aumentan las posibilidades de tener un orgasmo».
En la otra cara de la moneda, frente a las mujeres que experimenta más dificultad están las personas multiorgásmicas. Marcos explica que «las mujeres que tienen múltiples orgasmos experimentan una elevada excitación que perdura en el tiempo, aunque no necesariamente implica una mayor sensación de placer». En cambio, según indica, los juguetes sexuales pueden ser una herramienta que «facilita llegar al orgasmo, ya que están diseñados para eso». Según su interpretación, «vas a llegar más rápido en coche que andando, pero el camino no es solo eso». Por lo que, usando un juguete sexual será más fácil llegar al clímax, pero las relaciones sexuales, para ella, no deberían tener ese objetivo.
«Ellos están más conectados con lo físico que con lo mental», añade la sexóloga. Por eso, suele ser más fácil a los hombres llegar al orgasmo, en comparación con el femenino. «Las mujeres no desconectan mentalmente, en las relaciones hay que sentir, sin pensar ni preocuparse», explica. En todo esto influye la capacidad de relajación y saber estar presente en el momento. Para deshacerse de las sugestiones internas, Marcos insiste que «el orgasmo no debe ser la meta de las relaciones sexuales, lo importante es el disfrute de las personas involucradas».