Con el final del verano a la vuelta de la esquina, los baños en la piscina, los chapuzones en la playa y las excursiones al río siguen son un plan para muchas personas. Durante estas semanas, el contacto con el agua se convierte en algo muy habitual para la mayoría. Todas estas actividades, pese a que son divertidas y positivas para la salud física, pueden suponer un peligro para los oídos. Por lo tanto, es conveniente tener en consideración el cuidado de estas zonas tan expuestas a sufrir los efectos negativos de sumergirse.
Cuando nos bañamos en playas y piscinas, la humedad que permanece en el conducto auditivo externo puede generar problemas de higiene y salud. Según explica Jennifer Cueva, doctora especialista en otorrinolaringología, explica que «en el caso de los tapones de cera, aunque son una patología muy común, suelen dar más problemas durante los meses veraniegos, ya que, al entrar agua, la cera se hidrata y gana volumen, generando los molestos síntomas de sensación de taponamiento, sordera, dolor de oído, mareos…»
A esto, Cueva añade que «el agua estancada junto a las temperaturas más elevadas, hacen que sean más habituales las otitis externas, ya que, estos dos factores favorecen el crecimiento de gérmenes y la aparición de esta infección ótica, que, en este caso, cursa con dolor de oído intenso, supuración, sensación de sordera…». Para evitar estas situaciones, los expertos recomiendan que al salir del agua, hay que secarse con un toalla, y si es necesario, inclinar la cabeza ligeramente hacia el lateral para ayudar a que se deslice el líquido.
También, recuerdan que, en caso de padecer alguna enfermedad en el oído externo o tener antecedente de cirugías o perforación timpánica, es importante realizar una revisión previa a la temporada estival para recibir un tratamiento específico y evitar problemas más graves. Según Cristina Vaduva, médica otorrino, existen tres factores que hay que tener presentes para prevenir que empeore la situación sanitaria. En primer lugar, recomienda no ignorar la sensación de taponamiento, si se padece, visita a un otorrinolaringólogo. Por otro lado, si vas a sumergirte en aguas naturales, asegúrate de que no estén contaminadas, ya que puede aumentar el riesgo. Por último, la experta desaconseja el uso excesivo de los auriculares.