No, no se trata de un antiguo ritual ni de una forma inusual de atraer la buena suerte. El truco de meter una moneda en el congelador tiene una finalidad práctica, relacionada con la seguridad alimentaria y la conservación de los alimentos. En una época en la que la sostenibilidad y el no desperdiciar se han convertido en prioridades, conocer este pequeño pero efectivo método puede ser de gran utilidad.
El motivo principal detrás de este consejo es sencillo pero brillante. Imagina que te vas de vacaciones o, simplemente, que hay un corte de energía en tu casa mientras estás fuera. Cuando regresas, todo parece normal y tu congelador parece funcionar correctamente. Sin embargo, ¿cómo puedes estar seguro de que los alimentos no se descongelaron y volvieron a congelarse, poniendo en riesgo su calidad y tu salud?
Aquí es donde entra en juego la moneda. El método consiste en colocar una taza o recipiente con agua en el congelador y esperar a que se congele. Luego, coloca una moneda encima del hielo y deja la taza en el congelador. Si después de un tiempo o al regresar de unas vacaciones encuentras la moneda en el fondo del recipiente, eso indica que hubo un período en el que el electrodoméstico dejó de funcionar, el hielo se derritió y la moneda cayó al fondo, volviéndose a congelar posteriormente.
La importancia de la seguridad alimentaria
Esta simple técnica permite asegurarse de que los alimentos no pasaron por un proceso de descongelación y recongelación, lo que podría comprometer su calidad, sabor y, lo más importante, seguridad, ya que si se descongelan y luego se vuelven a congelar pueden ser un caldo de cultivo para bacterias dañinas.
Además de la seguridad alimentaria, conocer el estado de tus alimentos puede ayudarte a evitar el desperdicio. Si la moneda sigue en la parte superior, puedes estar tranquilo y seguir consumiendo tus alimentos con normalidad. Pero si ha caído al fondo, es probable que debas revisar lo que tienes guardado y decidir si es seguro comértelo.