La dieta que imita al ayuno (DIA), creada por Valter Longo, profesor de Gerontología y Ciencias Biológicas en la Escuela Leonard Davis de la Universidad del Sur de California, ha demostrado ser una revolución en el mundo de la nutrición y la salud. Esta dieta de cinco días, rica en grasas insaturadas y baja en calorías, proteínas y carbohidratos, busca imitar los efectos beneficiosos del ayuno sin necesidad de dejar de consumir alimentos por completo. La DIA se lleva a cabo durante cinco días al mes, en los cuales se consume una cantidad limitada de calorías distribuidas en un plan específico de nutrientes.
Durante el primer día, se ingieren aproximadamente 1,100 calorías (10% de proteínas, 56% de grasas y 34% de carbohidratos), seguido por cuatro días de un consumo reducido a unas 800 calorías, manteniendo una distribución similar de macronutrientes. Los productos específicos incluyen sopas de verduras, barritas energéticas, bebidas vegetales, snacks, y un suplemento vitamínico que aporta minerales, vitaminas y ácidos grasos esenciales. Para los otros 25 días del mes, se recomienda seguir una dieta normal o mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, pescado y lácteos bajos en grasa.
La ciencia ha respaldado con creces los beneficios de la DIA. Un estudio reciente demostró que, tras seguir la DIA durante tres a cuatro ciclos mensuales, los participantes redujeron su edad biológica en 2,5 años en promedio. Además, se observó una disminución significativa de la grasa abdominal y hepática, mejorando así el perfil de riesgo metabólico. Otros beneficios incluyen una reducción de los factores de riesgo de diabetes, como la menor resistencia a la insulina, y mejoras en el sistema inmunitario, lo que sugiere un rejuvenecimiento general del organismo.
Es importante destacar que, aunque los resultados son prometedores, la DIA no es adecuada para todos. Se desaconseja en niños, adolescentes, embarazadas, lactantes y personas con trastornos alimentarios o enfermedades crónicas sin supervisión médica. La investigación destaca la importancia de la supervisión profesional para aquellos que deseen adoptar esta intervención dietética, especialmente si presentan condiciones de salud preexistentes. En conclusión, la DIA emerge como una intervención dietética innovadora con el potencial de mejorar la salud y revertir el envejecimiento biológico. Aunque requiere de más estudios a largo plazo y consideraciones individuales, representa un paso adelante hacia el entendimiento de cómo la nutrición impacta profundamente en nuestra salud y longevidad.