El overclocking es una técnica cada vez más popular entre los entusiastas de la tecnología que buscan aumentar el rendimiento de sus ordenadores. Este método consiste en ajustar y optimizar la velocidad del procesador y otros componentes clave del hardware, permitiendo así que funcionen a una capacidad superior a la especificada por el fabricante. Aunque puede ofrecer mejoras significativas en la velocidad y eficiencia del sistema, es fundamental conocer los riesgos y precauciones asociados para evitar posibles daños. Descubre en este artículo cómo el overclocking puede transformar tu experiencia informática y los pasos necesarios para realizarlo de manera segura y eficaz.
Antes de enseñar como aplicarlo, cabría hacerse una pregunta: ¿Qué es exactamente el overclocking?. Como su propio nombre indica, se trata de una técnica informática mediante la cual se fuerza a la CPU (la unidad central que ejecuta las acciones del ordenador) a aumentar la velocidad de operación de la que ya tiene de fábrica, incrementando de esta forma el rendimiento que de manera normal no tendría. Se trata de un método que se emplea generalmente en situaciones o tareas concretas que necesiten mucha velocidad de procesamiento, como puede ser jugar a videojuegos.
Ventajas y como ponerlo en práctica
Como ya se ha mencionado anteriormente, el overclocking funciona especialmente bien en situaciones en las que el ordenador debe rendir un poco mejor de lo que hace normalmente. Se trata de una situación que ocurre con frecuencia en el ámbito del gaming, donde cada juego tiene sus propios requerimientos para que puedan funcionar. Así, si el usuario quiere jugar a un juego cuyas especificaciones sean un poco altas para su ordenador, quizás el overclocking le pueda ayudar a llegar a los requerimientos. En ese sentido, la tarjeta gráfica, necesaria para arrancar juegos, también se le puede aplicar overclocking, por lo que se trata de una técnica que puede ser de ayuda para los gamers.
Para realizar el overclocking no es necesario realizar modificaciones físicas al CPU. Hay aplicaciones que pueden ajustar cuán rápido puedes aumentar la velocidad del procesador con el fin de controlar el overclocking y no estropear la unidad central del ordenador. De entre ellas, las más populares son MSI Afterbuner o AMD Ryzen Master.
Desventajas del overclocking
De todas maneras, cabe destacar que, al fin y al cabo, el overclocking consiste en hacer funcionar el ordenador con un mayor rendimiento del que tendría según el fabricante, y es por esa razón que, si el PC se estropea por esto, perderás la posible garantía para que te lo puedan reparar, por lo que hay que emplear esta técnica con cabeza. Igualmente, debes saber que el procesador trabajará con más velocidad que la que especifica el anunciante, por lo que se generará más calor dentro de la máquina que puede estropear sus componentes internos de forma irremediable.
A fin de poder evitar estos riesgos, solo usa el overclocking cuando realmente lo necesites, ya que solo es útil en escenarios específicos, y en otras situaciones se debe evitar usarlo. Igualmente, es una buena idea tener un buen equipo de refrigeración instalado en el PC para poder contrarrestar las altas temperaturas que conlleva la técnica.