Platos de perros, higiene, salud de mascotas y riesgos para los dueños son temas cruciales a la hora de garantizar el bienestar de nuestros compañeros animales. Un estudio realizado en el Reino Unido alerta sobre los peligros de no lavar adecuadamente los platos donde comen nuestras mascotas, señalando que esta práctica puede tener serias consecuencias para la salud de ambos.
El peligro de las bacterias
No lavar regularmente el plato del perro puede propiciar la proliferación de bacterias dañinas como la salmonella y la listeria. Estas bacterias no solo pueden afectar a las mascotas, causando problemas digestivos y otras infecciones, sino también a los humanos, especialmente a aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos, niños y adultos mayores.
El contacto con platos contaminados puede llevar a infecciones en humanos que pueden manifestarse con síntomas como diarrea, fiebre y dolor abdominal. Esto es especialmente preocupante cuando los dueños de mascotas no se lavan las manos adecuadamente después de manipular los platos o cuando los platos de las mascotas se limpian en las mismas superficies donde se preparan alimentos para humanos.
Un estudio realizado por la Asociación de Alimentos y Medicamentos (FDA) del Reino Unido encontró que solo el 12% de los dueños de perros lavan el plato de su mascota diariamente, mientras que un 18% admitió no lavarlo nunca o solo cada tres meses. Estos hábitos de higiene deficientes aumentan significativamente el riesgo de contaminación cruzada y enfermedades.
Recomendaciones para una correcta higiene
Para minimizar los riesgos, es esencial lavar los platos de las mascotas diariamente con agua caliente y jabón. También se recomienda tener un juego separado de utensilios y esponjas para limpiar los platos de los animales y evitar lavar estos platos en el mismo fregadero donde se limpian los utensilios de cocina para humanos.
Otra medida importante es almacenar y preparar la comida de las mascotas lejos de los alimentos para humanos. Mantener una separación adecuada en la cocina puede prevenir la contaminación cruzada y reducir el riesgo de enfermedades. Además, es crucial lavarse las manos después de manipular la comida y los platos de las mascotas.