Crujir los dedos es un hábito común para muchas personas, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué sucede? El sonido distintivo que se escucha al crujir los dedos tiene una explicación científica basada en la fisiología de nuestras articulaciones.
El fenómeno detrás del crujido
Cuando estiramos o doblamos los dedos, las articulaciones se separan momentáneamente. Este movimiento provoca un cambio en la presión del líquido sinovial, una sustancia que lubrica las articulaciones. Esta caída de presión permite que se formen burbujas de gas en el líquido sinovial. El crujido se produce cuando estas burbujas colapsan o estallan, un fenómeno conocido como cavitación. Este proceso es similar a lo que sucede cuando se abre una botella de champán, donde el cambio de presión provoca la formación y colapso de burbujas de gas.
¿Es perjudicial crujirse los dedos?
Existe un mito persistente de que crujirse los dedos puede causar artritis. Sin embargo, estudios han demostrado que no hay una relación directa entre el crujido de los dedos y el desarrollo de artritis. En un experimento famoso, el doctor Donald Unger crujió los dedos de una mano durante más de 60 años mientras evitaba hacerlo con la otra mano. Al final del estudio, no encontró diferencias significativas en la aparición de artritis entre ambas manos.
A pesar de esto, algunos expertos señalan que crujirse los dedos de manera excesiva puede ocasionar otros problemas menores, como hinchazón o reducción de la fuerza de agarre, debido a la repetida distensión de los ligamentos alrededor de las articulaciones.
La sensación de alivio
Muchas personas encuentran que crujirse los dedos les proporciona una sensación de alivio. Esto podría deberse a la liberación de tensión en las articulaciones o a un simple efecto psicológico. El sonido del crujido puede actuar como una señal auditiva de que se ha logrado una cierta relajación, aunque no necesariamente indica un cambio significativo en la estructura de la articulación .
Crujir los dedos es un hábito inofensivo para la mayoría de las personas y no está vinculado a problemas serios de salud como la artritis. Sin embargo, es importante hacerlo con moderación para evitar cualquier posible molestia a largo plazo. La próxima vez que te cruja un dedo, podrás impresionar a tus amigos explicándoles el fascinante proceso de cavitación detrás de ese sonido tan característico.