El café con hielo se ha convertido en una bebida veraniega popular, y no solo por su capacidad para refrescar en los días calurosos. Más allá de ser una alternativa al café caliente, esta versión fría del café aporta una serie de beneficios que pueden mejorar nuestra salud.
Beneficios del café con hielo
1. Menos acidez: El café frío es menos ácido que el caliente, lo que lo hace más suave para el estómago y menos dañino para el esmalte dental. Esto se debe a que el proceso de extracción en frío reduce la liberación de ácidos, haciendo que el café sea más tolerable para personas con problemas digestivos.
2. Hidratación efectiva: Al estar frío, el café con hielo contribuye a la hidratación, una ventaja crucial en verano. A diferencia del café caliente, que puede causar una ligera deshidratación debido a su efecto diurético, el café frío mantiene el cuerpo hidratado, especialmente cuando se consume con agua.
3. Energía sin sobrecalentamiento: El café es conocido por su capacidad para proporcionar energía. Consumirlo frío permite obtener ese impulso sin elevar la temperatura corporal, algo esencial en climas calurosos. Además, puede ser un excelente compañero antes de un entrenamiento, ayudando a mejorar el rendimiento físico.
4. Potencial antioxidante: El café es una fuente rica en antioxidantes, y su versión fría no es una excepción. Estos compuestos ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro. El café con hielo conserva estos beneficios, aportando salud y vitalidad.
Cómo prepararlo
Preparar café con hielo es sencillo. Basta con preparar una taza de café fuerte, dejarlo enfriar y luego verterlo sobre hielo. Se puede endulzar al gusto y añadir un toque de leche o una alternativa vegetal para un sabor más cremoso. Para una experiencia más gourmet, se puede preparar café frío (cold brew) dejando el café en agua fría durante varias horas.