Con la llegada del otoño, los perros experimentan una muda de pelo que puede durar entre uno y dos meses. Este cambio estacional les permite adaptarse al clima frío con un pelaje más grueso. Para controlarla, se recomienda cepillar a tu perro diariamente con el peine adecuado a su pelaje, bañar al animal con más frecuencia para eliminar pelo muerto, y asegurar una dieta rica en proteínas y Omega-3. Además, mantener el hogar limpio y consultar al veterinario ante cualquier anomalía es esencial para evitar problemas de salud.
El proceso de muda puede variar según la raza y el tipo de pelaje del perro. Algunas razas, como el caniche, no presentan cambios notorios, mientras que otras, como el teckel, tienen mudas más pronunciadas. Controlar este proceso es clave para mantener la comodidad del animal y la higiene del hogar.
Es importante prestar atención a signos de exceso de caída o irritaciones en la piel, que podrían indicar un problema de salud. La aspiradora y el cepillado regular se convertirán en grandes aliados durante esta temporada, haciendo que la muda sea más llevadera para el dueño y su mascota.