La posibilidad de que un fugitivo se mezcle entre los bañistas en zonas de ocio acuático puede parecer remota, pero en España existe un llamamiento urgente para que ciudadanos y turistas estén alerta ante ciertos tatuajes distintivos en playas y piscinas. Álvaro Pasquín Mora, uno de los prófugos más buscados del país, podría estar cerca, y su identificación y la de otros fugitivos a través de marcas en su piel se ha convertido en una prioridad para las fuerzas de seguridad.
Desde la Policía Nacional han exhortado a la población a prestar atención y comunicar cualquier avistamiento que coincida con una serie de tatuajes específicos. El contacto directo puede ser mediante llamada al 091 o correo electrónico a losmasbuscados@policia.es, un método que potencia la colaboración ciudadana como herramienta fundamental en la captura de fugitivos.
Esta alerta surge ante la constatación de que, a pesar de la movilidad y las estrategias para camuflarse, un tatuaje singular sigue siendo una huella difícil de ocultar. Las zonas costeras y piscinas se convierten así en puntos estratégicos para localizar personas buscadas por la justicia.
Tatuajes que pueden delatar a un fugitivo
Varias marcas en la piel han sido identificadas como elementos clave para reconocer a Pasquín Mora y otros prófugos. Entre ellas, destaca un grupo de líneas conectadas con números, un diseño abstracto que puede parecer un código.
Además, otro tatuaje con un ancla de barco aporta una imagen distintiva y compleja, que no suele ser común en la mayoría de personas. También sobresale un tatuaje que incluye las cuatro figuras clásicas de la brisca española: el basto, la espada, la copa y el oro.
Por otra parte, un motivo con pájaros y los nombres "Julia" y "Cristina" también puede ser indicativo de peligro. Finalmente, un mensaje textual tatuado en el pecho con la frase "La suerte está echada" remata esta lista de señales prominentes y difíciles de ocultar, este último siendo el signo muy claro de la presencia de Pasquín Mora.
Voy yo a ponerme a mirar tatuajes sin cobrar un duro mientras ellos están mirando las nubes.