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Qué significa que una persona no haga la cama, según la psicología

Psicólogos explican cómo este sencillo hábito matutino puede reflejar rasgos de personalidad, estados emocionales e incluso beneficios para la salud que pocos conocen

Psicólogos explican cómo este sencillo hábito matutino puede reflejar rasgos de personalidad | Foto: Pexels

| Palma |

La rutina matutina de hacer o no hacer la cama va mucho más allá de un simple gesto doméstico. Según revelan recientes estudios psicológicos, este hábito cotidiano puede ofrecer valiosas pistas sobre nuestra personalidad, estado mental e incluso filosofía de vida. Los expertos coinciden en que algo tan aparentemente trivial como dejar las sábanas arrugadas o perfectamente estiradas esconde significados psicológicos que pocos imaginan.

En España, donde las encuestas indican que aproximadamente un 42% de la población no hace su cama regularmente, la psicología moderna está prestando cada vez más atención a este comportamiento. "Las rutinas matinales, especialmente aquellas relacionadas con nuestro espacio personal como el dormitorio, pueden ser indicadores sutiles pero significativos de nuestra estructura mental", explica la Dra. Carmen Vázquez, psicóloga clínica especializada en hábitos cotidianos. Este interés creciente ha llevado a diversos estudios que analizan las correlaciones entre este simple acto y patrones más amplios de comportamiento.

La tendencia a dejar la cama sin hacer no debe interpretarse necesariamente como un signo negativo o de dejadez. De hecho, puede revelar aspectos positivos de la personalidad que van desde la rebeldía creativa hasta un enfoque pragmático de la vida. Además, investigaciones recientes sugieren que podría incluso tener beneficios inesperados para la salud del hogar.

Qué dice la psicología sobre quienes no hacen la cama

Los expertos en psicología del comportamiento han identificado varios perfiles característicos entre quienes deciden no hacer la cama al levantarse. Uno de los más comunes corresponde a personas con una personalidad relajada y altamente adaptable. «Quienes no sienten la necesidad de ordenar su cama cada mañana suelen mostrar una mayor tolerancia a la ambigüedad y al cambio en otros aspectos de su vida», señala el psicólogo Alberto Ruiz, quien ha estudiado este fenómeno durante la última década.

Otro rasgo frecuentemente asociado es la independencia de pensamiento. Las personas que desafían esta convención social suelen ser más propensas a cuestionar otras normas establecidas. «Es una pequeña rebelión cotidiana», explica la socióloga María Fernández. «Refleja una mentalidad que prioriza la funcionalidad sobre las apariencias y que no se siente obligada a seguir convenciones por el mero hecho de que 'siempre se ha hecho así'».

En contraposición, algunos estudios señalan que, en determinados casos, no hacer la cama puede estar relacionado con estados de ánimo bajos o periodos de estrés intenso. «Cuando nos encontramos emocionalmente agotados, las pequeñas tareas cotidianas como ordenar el dormitorio pueden parecer abrumadoras», explica la psicóloga Elena Martín. Esta relación bidireccional entre el orden exterior y el interior es un campo de creciente interés en la psicología moderna.

Los seis perfiles psicológicos más comunes

Tras años de investigación, los psicólogos han logrado identificar seis perfiles característicos entre quienes habitualmente no hacen la cama:

1. Los pragmáticos: Personas que adoptan un enfoque práctico ante la vida. Su razonamiento es simple y lógico: si volverán a usar la cama esa misma noche, ¿por qué invertir tiempo en ordenarla? Este grupo suele mostrar una notable eficiencia en la gestión del tiempo y priorización de tareas.

2. Los espíritus libres: Individuos que valoran profundamente su independencia y tienen una relación flexible con las normas sociales. Para ellos, no hacer la cama puede ser una forma sutil de afirmar su autonomía frente a las expectativas ajenas.

3. Los sobrecargados: Personas con agendas extremadamente ocupadas que simplemente no encuentran tiempo para esta tarea. En este caso, no es tanto una elección consciente como el resultado de un estilo de vida acelerado donde otras prioridades toman precedencia.

4. Los temporalmente desmotivados: Individuos que atraviesan periodos de bajo estado anímico o desmotivación general. Para este grupo, la cama sin hacer puede ser un síntoma más que una causa de su estado emocional actual.

5. Los científicos prácticos: Personas que han leído sobre los posibles beneficios higiénicos de ventilar el colchón y conscientemente deciden no hacer la cama por razones de salud.

6. Los minimalistas funcionales: Aquellos que cuestionan activamente las tareas cotidianas y solo realizan aquellas que consideran verdaderamente necesarias o que aportan valor real a su vida.

El respaldo científico: ácaros y ventilación

Más allá del análisis psicológico, existe un argumento científico que ha ganado popularidad en los últimos años. Un estudio publicado por la National Sleep Foundation en 2023 sugirió que dejar la cama sin hacer podría contribuir a reducir la población de ácaros del polvo, microorganismos que prosperan en ambientes húmedos y cálidos como los que se generan entre las sábanas.

«Los ácaros del polvo dependen de la humedad que nuestros cuerpos liberan durante la noche», explica el Dr. Javier Sánchez, alergólogo. "Al hacer la cama inmediatamente después de levantarnos, estamos atrapando esa humedad bajo las sábanas, creando un ambiente ideal para estos organismos". Por el contrario, dejar la cama sin hacer permite que la humedad se evapore, creando un entorno menos favorable para los ácaros.

Este descubrimiento ha llevado a algunos expertos en salud a recomendar esperar al menos una hora antes de hacer la cama, permitiendo así que el colchón y las sábanas se aireen adecuadamente. Para quienes sufren de alergias, este simple cambio en la rutina podría suponer una mejora significativa en su calidad de vida.

¿Qué opinan los expertos en productividad?

El debate sobre hacer o no la cama ha llegado también al ámbito de la productividad y el desarrollo personal. Figuras como William McRaven, almirante retirado de la Marina estadounidense, defienden fervientemente la importancia de hacer la cama como primer logro del día que establece un tono positivo para el resto de la jornada.

Sin embargo, otros expertos como Tim Ferriss, conocido por sus libros sobre productividad, adoptan una postura más flexible. "La clave no está en seguir ciegamente todas las rutinas recomendadas sino en identificar aquellas que genuinamente mejoran tu bienestar y eficiencia", señala Ferriss en una de sus conferencias de 2024.

La coach de productividad Ana Gómez coincide: "Lo importante es que cada persona identifique qué rutinas matutinas le aportan energía y claridad mental. Para algunos será hacer la cama, para otros será meditar o hacer ejercicio. No existe una fórmula única que funcione para todos".

¿Puede cambiar este hábito a lo largo de la vida?

Los estudios longitudinales sugieren que nuestros hábitos respecto al orden doméstico no son estáticos, sino que evolucionan a lo largo de diferentes etapas vitales. Muchas personas experimentan cambios significativos en este comportamiento coincidiendo con transiciones importantes como independizarse, comenzar una relación de convivencia o tener hijos.

«Los hábitos de orden doméstico suelen reflejar nuestro momento vital», explica el psicólogo evolutivo Ramón Pérez. «Es común observar periodos de mayor o menor disciplina con las tareas del hogar que coinciden con cambios significativos en nuestra vida». Esta perspectiva nos invita a contemplar estos hábitos como dinámicos y adaptativos, más que como rasgos fijos de personalidad.

En definitiva, hacer o no hacer la cama cada mañana puede parecer una decisión intrascendente, pero como muchos otros pequeños gestos cotidianos, encierra significados más profundos sobre nuestra forma de ver y habitar el mundo. La psicología moderna nos invita a observar estos hábitos con curiosidad y sin juicios, reconociendo que cada uno de ellos forma parte del complejo mosaico que configura nuestra individualidad.

3 comentarios

user VegetaEcoGeta | Hace 4 meses

Vaya con los recientes estudios psicológicos. Ahora vienen a hacernos la lista de rutinas prioritarias en la vida. Quién paga está bazofia?😅

manu menorca manu menorca | Hace 4 meses

... vaya, corroboran mi personalidad, esto es como el horóscopo, muchas sesudas interpretaciones, pero que curiosamente todos nos vemos identificados... me han dado una pequeña alegría...

ma non troppo ma non troppo | Hace 4 meses

En principio que es guarro y vago.

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