Cuando llega el verano, mantener el cuerpo hidratado es una de nuestra mayores preocupaciones. Desde la cocina solemos buscar preparaciones frescas y sobre todo, mantener siempre a la mano una botella con agua muy fría.
Aunque solemos pensar que esta es la mejor manera de refrescar a nuestro organismo frente a las altas temperaturas, el reconocido nutricionista Pablo Ojeda asegura que se trata de un error.
Según explica el experto en nutrición, con esto se pone a trabajar aún más al organismo el cual ya está luchando para regular la temperatura corporal. Hoy te contamos a detalle cuál es la mejor forma en la que debes beber el agua durante la época más calurosa del año.
La mejor forma de beber el agua en verano
En una nueva edición de 'Más vale tarde' en la Sexta, Pablo Ojeda aseguró que lo mejor durante el verano es "tomar el agua del tiempo", idealmente con una temperatura que oscile entre los 15 y 16 grados.
"Si el agua está muy fría, tu cuerpo tiene que hacer un esfuerzo grande para bajar la temperatura corporal y después la tiene que subir muy fuerte", explica el nutricionista.
De la misma manera, Ojeda puntualiza que las infusiones frías o los refrescos no deben ser nunca sustitutos del agua, ya que no hidratan igual de bien.
"Los refrescos no son lo más aconsejable porque tienen un alto contenido de azúcar, por lo que nuestro cuerpo tiene que hacer mucho esfuerzo para esa metabolización. Las infusiones son una mejor idea, pero cuidado con los azúcares", sostiene Pablo.
Opciones calientes para combatir las altas temperaturas
Según mantiene el experto en nutrición, contrario a lo que comúnmente se piensa, las bebidas y comidas calientes también son grandes aliadas de nuestro organismo al momento de enfrentar el calor extremo.
"Al tomarlas, el cuerpo suda un poquito y el sudor saca el calor de dentro hacia fuera. Esto permite que la temperatura baje", mantiene Ojeda mientras resalta que de esta manera se ayuda al organismo a regular la temperatura corporal.
Los alimentos también hidratan
Para finalizar la explicación, el nutricionista puntualiza que no es necesario ser extremadamente rigurosos en los dos litros de agua que deben consumirse a diario, ya que hay muchos alimentos que tienen un alto contenido de agua.
Un buen ejemplo de ello son los tomates, pepinos, las fresas, el melón o la sandía que están compuesto por más de un 90% de agua. Igualmente el nutricionista utilizó esta oportunidad para desmentir que la sandía sea una fruta con mucha azúcar, "su carga glucémica es muy poquita porque la gran cantidad es agua".