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El BOE lo confirma: podrás ahorrarte hasta 340 euros al año solo cumpliendo este requisito

Los trabajadores a tiempo completo que perciban el Salario Mínimo Interprofesional quedarán exentos de pagar IRPF en la declaración de la Renta de 2025

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

| Palma |

El Boletín Oficial del Estado ha publicado recientemente la Ley 5/2025, que introduce una importante modificación fiscal para los trabajadores con salarios más bajos. Esta nueva normativa establece una deducción específica en el IRPF para quienes perciben ingresos equivalentes al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que les permitirá ahorrarse hasta 340 euros anuales en su declaración de la renta. La medida, que entró en vigor en julio de 2024, se aplicará con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, beneficiando a cientos de miles de contribuyentes españoles.

Cada año, la declaración de la renta genera numerosas dudas entre los trabajadores con salarios más reducidos, especialmente tras los incrementos del SMI de los últimos ejercicios. Tradicionalmente, un aumento salarial podía provocar que personas que antes no tributaban comenzaran a pagar IRPF, reduciendo así el efecto real de la subida. Para contrarrestar esta situación, el Gobierno ha implementado esta deducción específica que protege el poder adquisitivo de los colectivos más vulnerables, garantizando que quienes perciben el SMI no tengan que tributar por sus rentas del trabajo.

La nueva deducción fiscal no está diseñada para todos los contribuyentes, sino específicamente para aquellos con rentas más bajas. Para poder acogerse a este beneficio, la normativa establece dos requisitos fundamentales que deben cumplirse simultáneamente: tener ingresos brutos del trabajo inferiores a 18.276 euros anuales y que el resto de rentas, como las procedentes de alquileres u otras actividades económicas, no superen los 6.500 euros al año.

¿Cómo funciona la nueva deducción del IRPF?

A diferencia de otras deducciones fiscales, esta no tiene una cuantía fija para todos los beneficiarios, sino que varía en función del nivel de ingresos del contribuyente. El sistema está diseñado de forma progresiva para beneficiar especialmente a quienes tienen salarios más bajos, estableciendo tres tramos diferentes:

Para los trabajadores con ingresos inferiores a 16.576 euros anuales, se aplicará la deducción máxima, que asciende a 340 euros. Este primer tramo engloba a los contribuyentes con menor capacidad económica y mayor necesidad de protección fiscal. Por su parte, aquellos cuyo salario se sitúe entre los 16.576 y 18.276 euros verán cómo el importe de la deducción se reduce progresivamente. Concretamente, se restarán 20 céntimos por cada euro que supere el umbral de 16.576 euros. Finalmente, los contribuyentes que superen los 18.276 euros anuales quedarán excluidos de este beneficio fiscal.

Es importante destacar que la deducción nunca podrá superar el importe de la cuota íntegra estatal y autonómica correspondiente a las rentas del trabajo. Esto significa que solo servirá para reducir la factura fiscal hasta el límite de lo que el trabajador deba aportar en concepto de IRPF, sin generar devoluciones adicionales más allá de lo efectivamente tributado.

Ejemplos prácticos para entender su aplicación

Para comprender mejor el funcionamiento de esta deducción, resulta útil analizar algunos ejemplos prácticos. Si un trabajador percibe un salario anual de 17.000 euros, supera en 424 euros el umbral mínimo de 16.576 euros. Al aplicar la reducción del 20% sobre ese exceso (424 × 0,20 = 84,80 euros), obtendremos que la deducción final será de 255,20 euros (340 - 84,80). Este importe se restará directamente de la cuota del IRPF a pagar.

En el caso de un trabajador con ingresos anuales de 18.000 euros, el exceso respecto al umbral asciende a 1.424 euros. Aplicando el mismo cálculo (1.424 × 0,20 = 284,80 euros), la deducción final quedará reducida a 55,20 euros (340 - 284,80). Como puede observarse, el beneficio fiscal disminuye progresivamente a medida que aumentan los ingresos, hasta desaparecer completamente al superar los 18.276 euros anuales.

Para un trabajador que percibe exactamente el SMI de 18.276 euros anuales, el exceso sobre el umbral es de 1.700 euros. Al aplicar la reducción del 20% (1.700 × 0,20 = 340 euros), la deducción queda completamente anulada, por lo que no se beneficiaría de este incentivo fiscal. Este diseño progresivo garantiza que la ayuda se concentre en quienes tienen menor capacidad económica.

Aplicación automática por parte de Hacienda

Una ventaja adicional de esta medida es su sencillez administrativa. Los contribuyentes no tendrán que realizar ninguna gestión específica para beneficiarse de la deducción, ya que la Agencia Tributaria la incorporará automáticamente en el borrador de la declaración de la renta correspondiente al ejercicio 2025, que se presentará en la primavera de 2026.

No obstante, desde la Agencia Tributaria recuerdan la importancia de revisar detenidamente el borrador antes de confirmarlo, para comprobar que todas las deducciones y beneficios fiscales aparecen correctamente reflejados. Esta verificación es especialmente relevante para quienes se encuentren cerca de los límites establecidos para la aplicación de la deducción, donde pequeñas variaciones en los ingresos pueden modificar significativamente el importe a deducir.

Impacto económico y social de la medida

Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda, esta nueva deducción beneficiará a aproximadamente 850.000 contribuyentes en toda España, principalmente trabajadores a tiempo completo que perciben el Salario Mínimo Interprofesional. El coste fiscal de la medida se ha calculado en unos 230 millones de euros anuales, un importe que el Gobierno considera justificado por su impacto positivo en las economías familiares más vulnerables.

Aunque el ahorro máximo de 340 euros anuales pueda parecer modesto a nivel individual, representa un alivio significativo para las economías más ajustadas, especialmente en un contexto marcado por la inflación y el encarecimiento del coste de vida. Para una familia con ingresos limitados, esta cantidad puede suponer el equivalente a una mensualidad de la compra básica o ayudar a afrontar gastos escolares o sanitarios inesperados.

El Salario Mínimo Interprofesional en España

El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es la retribución mínima que debe percibir un trabajador por jornada legal de trabajo, independientemente del sector económico en que desarrolle su actividad. En España, el SMI se actualiza anualmente mediante Real Decreto, tras la consulta con las organizaciones sindicales y empresariales más representativas.

Para 2025, el SMI se ha fijado en 18.276 euros anuales, distribuidos en 14 pagas, lo que equivale a 1.305,43 euros mensuales. Esta cifra supone un incremento respecto a ejercicios anteriores, continuando con la política de revalorización que se ha seguido durante los últimos años para aproximarlo al 60% del salario medio nacional, tal como recomienda la Carta Social Europea.

¿Qué ocurre con los trabajadores a tiempo parcial?

Los trabajadores a tiempo parcial también podrán beneficiarse de esta deducción, aunque de forma proporcional a su jornada laboral. En estos casos, el umbral de 16.576 euros se ajustará según el porcentaje de jornada que realicen. Por ejemplo, para un trabajador con media jornada, el umbral se situaría en 8.288 euros anuales, aplicándose a partir de ahí los mismos criterios de reducción progresiva.

Esta adaptación garantiza que el beneficio fiscal llegue también a quienes no pueden o no desean trabajar a jornada completa, como estudiantes, personas con responsabilidades familiares o trabajadores con pluriempleo, evitando así discriminaciones por la modalidad contractual elegida.

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