Transportar a un perro grande en coche no es una tarea cualquiera, y la seguridad de la mascota durante el trayecto es fundamental para evitar accidentes y lesiones. La veterinaria María Veticam ha lanzado recomendaciones en rede sociales para que los dueños de perros de gran tamaño comprendan la importancia de una sujeción adecuada y los métodos más efectivos para proteger a sus animales en carretera.
Existen ciertos métodos que destacan por su fiabilidad, como el uso de transportines rígidos y los arneses homologados, siempre buscando la mejor ubicación dentro del vehículo.
El transportín rígido para perros grandes
El transportín rígido se recomienda para todo tipo de perros, sin importar el tamaño, puesto que ofrece una estructura sólida que protege al animal en caso de colisión. Es especialmente aconsejado para perros grandes y también para gatos y perros pequeños que puedan sufrir efectos de latigazo cervical si no están bien sujetos.
Una de las especificaciones clave es que el transportín debe estar orientado transversalmente a la marcha del vehículo, lo que permite minimizar el impacto en caso de frenadas bruscas o choque frontal. Además, el material del que esté fabricado debe ser resistente; los transportines de tela no son seguros porque pueden deformarse y no retener al animal correctamente.
El tamaño también es un factor determinante: el perro debe sentirse cómodo, pero el espacio sobrante, especialmente entre la cabeza y el techo del transportín debe ser limitado, para evitar movimientos bruscos que puedan dañar al animal. Asimismo, la sujeción del transportín es vital; no basta con apoyar la caja en el asiento ni con un simple cinturón de seguridad.
Para una instalación realmente segura, se requieren superficies resistentes y cintas de amarre que mantengan el transportín firmemente fijado. Estos amarres deben evitar no sólo el desplazamiento longitudinal, sino también movimientos verticales y rotaciones, por ejemplo, si el vehículo realiza una vuelta de campana.
Arneses homologados para perros grandes
Los arneses de seguridad para perros se han popularizado como alternativa práctica y relativamente cómoda para el animal. Es fundamental que estos arneses estén homologados y testeados en laboratorios que certifiquen su eficacia en pruebas de impacto.
Como en el caso del transportín, la ubicación recomendada para sujetar al perro con arnés es en las plazas traseras del vehículo, para proteger al animal y evitar distracciones al conductor. Sin embargo, un punto crítico que los expertos señalan es que los arneses no retienen la cabeza del perro, por lo que existe un mayor riesgo de sufrir lesiones cervicales en accidentes, especialmente en frenazos repentinos.
Esta limitación hace que los arneses sean más adecuados para perros grandes que viajan en desplazamientos menos agresivos o combinados con otros sistemas de sujeción.
Opciones del maletero para perros de gran tamaño
El maletero abierto del vehículo representa una alternativa válida especialmente para perros de tamaño muy grande, como Gran Danés, San Bernardo o Mastín, que difícilmente podrían viajar en un transportín o asiento convencional.
Para garantizar la seguridad, si el perro va en el maletero, lo ideal es situar un transportín rígido bien asegurado con cintas de amarre, evitando cualquier movimiento que pueda provocar lesiones o incomodidad. En ausencia de transportín, es posible usar arneses homologados y amarres para fijar al perro evitando desplazamientos laterales o verticales.
Estos amarres deben anclarse lo más próximo posible a la base de los asientos traseros y al suelo del coche, buscando limitar el movimiento del animal en cualquier dirección.
Una ventaja clara del maletero es que resulta muy efectivo en impactos frontales, ofreciendo un espacio amplio para perros grandes y permitiendo a las familias que viajan con varios ocupantes tener libres las plazas delanteras y traseras.