En las carreteras españolas, la seguridad y el orden son componentes esenciales para una conducción segura. Sin embargo, existen normativas poco conocidas que regulan aspectos que muchos conductores no relacionan con sanciones, como el uso de la iluminación interior del vehículo.
Una de las prácticas que está empezando a llamar la atención de las autoridades es mantener encendida la luz interior mientras se conduce. Existen multas de hasta 200 euros para quienes incurran en esta conducta, algo que pocos conocen, pese a que la sanción es efectiva.
El motivo principal de esta normativa es que la luz interior puede afectar la visión tanto del conductor como del resto de usuarios, generando confusión y aumentado el riesgo de accidentes en las vías públicas.
Normativa sobre la iluminación interior
Los coches suelen contar con una pequeña lámpara de cortesía en el techo, diseñada para iluminar el interior en condiciones de baja visibilidad o durante la noche. En principio, esta luz se crea para facilitar la localización de objetos dentro del vehículo cuando está parado o detenido.
No obstante, el uso prolongado y activo durante la marcha se desaconseja firmemente, ya que la iluminación brillante dentro del habitáculo puede deslumbrar al conductor y a otros usuarios de la vía, produciendo distracciones peligrosas.
Aunque el texto legal no prohíbe explícitamente llevarla encendida, la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene la potestad de imponer sanciones si los agentes consideran que la situación se traduce en un riesgo real de accidente. Por ello, se recomienda emplear la luz de cortesía solamente en momentos de detención justificada.
En la práctica, esta norma complementa otras acciones de seguridad vial orientadas a minimizar cualquier elemento que pueda dificultar la concentración al volante en España, reforzando la responsabilidad del conductor ante posibles factores de distracción.
Uso adecuado y recomendaciones para evitar multas
Para evitar sanciones y contribuir a la seguridad vial, se recomienda usar la luz interior únicamente cuando el coche esté detenido, por ejemplo, al estacionar por la noche o mientras se esperan pasajeros. La utilización breve y justificada es clave para no generar confusión.
Evitar mantener la luz interior encendida mientras el vehículo está en movimiento es una práctica que no solo evita posibles multas, sino que también protege la visión del conductor y de otros usuarios, algo especialmente válido en carreteras urbanas y vías poco iluminadas.
Además, conviene recordar que existen otros elementos dentro del vehículo que también deben respetarse para evitar sanciones, como el uso correcto de los intermitentes.
La DGT hace y deshace y nadie sabe por qué. ¿Es normal que tenga tanto poder?