La búsqueda de empleo para personas mayores de 50 años sigue siendo un reto. Según los últimos datos, la tasa de desempleo en este grupo alcanzó el 9,03% en el segundo trimestre de 2025, lo que representa 790.700 desempleados. Aunque esta cifra supone una mejora de casi 3,5 puntos respecto al mismo periodo de 2019, este colectivo continúa enfrentando importantes barreras para su reinserción laboral. Un dato revelador es que, de las 617.200 personas que llevan más de dos años buscando trabajo actualmente, 309.200 superan los 50 años, representando más de la mitad del paro de larga duración en nuestro país.
En este contexto de dificultad, surge un obstáculo adicional para los candidatos senior: los sistemas automatizados de selección. Cada vez más empresas incorporan tecnologías como el filtro ATS (Applicant Tracking System) para gestionar automáticamente las candidaturas recibidas. Este software funciona como un escáner que analiza cada currículum buscando coincidencias con las palabras clave especificadas en la oferta laboral. Si el sistema no encuentra suficientes términos relevantes o detecta problemas de formato, el currículum puede ser descartado automáticamente sin que ninguna persona lo haya revisado, limitando significativamente las oportunidades de los candidatos mayores de 50 años que desconocen cómo adaptar su experiencia a estos nuevos requisitos tecnológicos.
Los expertos en selección de personal señalan que este filtro funciona como un buscador digital que escanea documentos. Busca términos específicos como nombres de programas informáticos, herramientas técnicas, denominaciones de puestos similares y competencias concretas solicitadas en la oferta. Además, el sistema analiza también el formato del documento, pudiendo rechazar automáticamente currículums que contengan tablas complejas, columnas, símbolos no estándar o estructuras que dificulten la lectura automatizada del contenido.
Cómo funciona el sistema ATS en los procesos de selección
El Applicant Tracking System se ha convertido en una herramienta imprescindible para departamentos de recursos humanos que gestionan grandes volúmenes de candidaturas. Este software permite a las empresas filtrar automáticamente cientos o miles de currículums en cuestión de segundos, reduciendo drásticamente el tiempo dedicado a la primera fase del proceso de selección. El sistema funciona mediante algoritmos que asignan puntuaciones a cada candidatura según su coincidencia con los requisitos de la oferta.
Para las personas mayores de 50 años, este sistema puede suponer una barrera adicional si no adaptan sus currículums a las exigencias de la tecnología de selección actual. La experiencia acumulada durante décadas puede quedar invisible para los reclutadores si el documento no supera esta primera criba automatizada. Los expertos en empleabilidad recomiendan tres pasos fundamentales para que los candidatos senior adapten sus currículums a los sistemas ATS y aumenten sus posibilidades de pasar a la fase de entrevista:
1. Incorporar palabras clave extraídas directamente de la oferta de empleo. Es fundamental analizar detenidamente la descripción del puesto e incluir términos específicos relacionados con competencias, herramientas, programas informáticos y responsabilidades mencionadas. El sistema ATS otorgará mayor puntuación a los currículums que contengan estas palabras clave.
2. Utilizar un formato sencillo, limpio y sin elementos gráficos complejos. Los expertos recomiendan evitar tablas, columnas, encabezados elaborados, imágenes y símbolos que puedan confundir al sistema. Es preferible optar por documentos en formato .doc o .docx con una estructura clara y sin adornos que dificulten la lectura automatizada.
3. Actualizar y adaptar el currículum para cada candidatura específica. Los profesionales de recursos humanos insisten en la importancia de personalizar el CV para cada oferta, destacando aquellas experiencias y competencias más relevantes para el puesto concreto. Esta práctica incrementa significativamente las posibilidades de superar el filtro ATS.
La digitalización de los procesos de selección está transformando el mercado laboral, creando nuevos desafíos para ciertos colectivos. En el caso de los trabajadores senior, la brecha digital puede suponer una desventaja adicional frente a candidatos más jóvenes y familiarizados con estas tecnologías. Los datos de desempleo de larga duración en este colectivo reflejan la necesidad de implementar estrategias específicas para mejorar su empleabilidad. Entre ellas, la formación en competencias digitales y técnicas modernas de búsqueda de empleo resulta fundamental para superar las barreras tecnológicas actuales.
¿Qué es exactamente un sistema ATS?
El Applicant Tracking System (ATS) o Sistema de Seguimiento de Candidaturas es un software que automatiza el proceso de reclutamiento. Surgido inicialmente en grandes corporaciones con elevado volumen de contrataciones, se ha extendido progresivamente a empresas de todos los tamaños gracias a la digitalización y al auge del teletrabajo tras la pandemia. Estos sistemas no solo filtran currículums, sino que gestionan todo el proceso: publican ofertas en diferentes plataformas, organizan candidaturas, programan entrevistas y generan informes estadísticos.
Para las empresas, suponen un ahorro considerable de tiempo y recursos, además de una estandarización del proceso de selección. Sin embargo, estos sistemas también presentan limitaciones. Su enfoque basado en palabras clave puede descartar perfiles valiosos que no han optimizado sus currículums o que presentan trayectorias atípicas pero potencialmente interesantes para la organización. Por ello, algunas empresas combinan estos sistemas automatizados con revisiones humanas para ciertos perfiles específicos.
Los trabajadores senior se enfrentan a múltiples obstáculos en su reincorporación laboral: prejuicios relacionados con la edad, percepciones sobre su adaptabilidad a nuevos entornos y, en ocasiones, salarios más elevados debido a su experiencia. En este contexto, los filtros ATS pueden convertirse en una barrera adicional si no se conoce su funcionamiento. Paradójicamente, la experiencia acumulada durante décadas puede quedar invisible para los reclutadores si el documento no está optimizado para estos sistemas automatizados. Las competencias y logros profesionales de toda una vida laboral pueden no llegar nunca a ser valorados por un reclutador humano si previamente no superan el filtro tecnológico.