En España, los cambios repentinos en la jornada laboral tienen un importante impacto en la vida de los trabajadores, sobre todo cuando afectan al horario y al salario. Recientemente, el abogado conocido como Lawtips en TikTok ha advertido sobre la ilegalidad de imponer unilateralmente modificaciones en la jornada laboral sin el consentimiento del trabajador, una situación que preocupa a muchos empleados que ven cómo su contrato cambia de jornada completa a parcial sin previo aviso.
Esta práctica, común en ciertos sectores, puede suponer una reducción notable en los ingresos y genera una sensación de inseguridad jurídica. Sin embargo, la ley establece mecanismos para que los afectados puedan defender sus derechos y, en determinados casos, incluso optar por un despido procedente o económica.
Para evitar daños económicos y laborales, es fundamental que los empleados conozcan sus derechos y las vías legales a seguir en estos casos, en lugar de dejarse llevar por la incertidumbre o tomar decisiones precipitadas como la dimisión.
La situación legal sobre modificaciones de jornada laborales
Según la normativa vigente en España, las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo incluyen aspectos como el horario, el régimen de trabajo y el salario. Estas modificaciones deben ser notificadas oportunamente y negociadas con los representantes de los trabajadores, nunca pueden ser impuestas de forma unilateral por la empresa.
Cuando una empresa decide cambiar la jornada laboral de jornada completa a jornada parcial sin aviso previo, está entrando en conflicto directo con el Estatuto de los Trabajadores y la normativa que regula las relaciones laborales. Esta situación afecta de manera directa al sueldo del empleado y a sus condiciones de trabajo, por lo que es considerada un cambio sustancial.
Ante este tipo de modificaciones, el trabajador tiene derecho a solicitar la revocación de la medida o, si considera que no puede continuar en esas condiciones, tiene la opción de acogerse a lo que se denomina autodespido o despido procedente. En tal caso, el trabajador puede reclamar una indemnización y, además, acceder al paro, una doble protección que no obtiene si simplemente dimite o solicita una excedencia voluntaria.