Desde el 1 de enero de 2026, cientos de trabajadores en España experimentarán una nueva reducción en sus nóminas debido al incremento del llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), según lo detallado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Esta medida, destinada a fortalecer el sistema público de pensiones, implicará un mayor descuento en las cotizaciones sociales, afectando tanto a empleados como a empleadores.
El MEI, que se estableció inicialmente en 2023 con un recargo del 0,6% sobre la base de cotización, verá ahora una subida al 0,9%. Este incremento se aplicará de manera automática en las nóminas, sin que los trabajadores deban realizar ningún trámite adicional.
El objetivo principal de esta actualización es garantizar la sostenibilidad futura del sistema de pensiones en España y prepararse para la reciente jubilación de la generación del baby boom, conformada por quienes nacieron entre 1958 y 1978.
Impacto del mecanismo y su funcionamiento
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional se corresponde con un recargo que se añade a las cotizaciones de la Seguridad Social, destinado a incrementar el Fondo de Reserva, conocido popularmente como la hucha de las pensiones. La actualización del porcentaje implica que las empresas y trabajadores asumirán conjuntamente un aumento en sus aportaciones.
En términos prácticos, esto conlleva que la parte correspondiente al trabajador aumente del 0,13% al 0,15%, mientras que la correspondiente al empleador pasará al 0,75%. Estos datos son fundamentales para comprender cómo se distribuirá este incremento de forma proporcional.
El cálculo del descuento se realizará de forma automática y se reflejará en las nóminas bajo la sección «contingencias comunes-MEI». De este modo, ni trabajadores ni empresas deberán realizar ningún procedimiento adicional para su aplicación.
Criterios y proyecciones para los próximos años
La tasa del MEI no será estática tras 2026. Está previsto que vaya variando gradualmente durante los próximos años, en un intento de ajustar las cotizaciones a las necesidades del sistema de pensiones y el comportamiento demográfico en España.
Según las previsiones oficiales, se mantendrán modificaciones en el porcentaje para 2027, 2028 y 2029, buscando siempre equilibrar las cargas entre generaciones y evitar presiones excesivas sobre el mercado laboral o el consumo privado.
Esta variabilidad pretende equilibrar el impacto económico sin comprometer la solvencia futura del sistema. Los expertos insisten en la necesidad compartida entre personas activas, empresas y el Estado para mantener un equilibrio financiero sostenible en el largo plazo.
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