Dormir bien es fundamental para la salud física y mental, pero no todas las personas encuentran fácil conciliar el sueño en silencio absoluto. Los sonidos ambientales o melodías específicas suelen emplearse para inducir el descanso, pero ¿cuáles son realmente los mejores? Carolina Calderón, química activa en TikTok, ha compartido su experiencia y conocimiento sobre este tema, aportando un nuevo enfoque que conecta la química y la neurología del sueño.
Hace poco, Carolina relató una anécdota vivida en su propia casa. Su prima Alejandra, en visita desde otra ciudad, se quedó a dormir en su habitación y eligió un audio relajante para acompañar su descanso. Para sorpresa de Carolina y sus compañeros de piso, el sonido elegido por Alejandra simulaba el estruendo de una tormenta con fuertes lluvias y viento. Desde afuera, parecía que se había producido un problema hidráulico dada la intensidad y la persistencia del ruido. Sin embargo, Alejandra estaba profundamente tranquila y dormía plácidamente, a diferencia de los otros, que no pudieron relajarse de igual manera.
Esta curiosa experiencia llevó a Carolina a explicar por qué ciertos sonidos, aunque puedan parecer ruidosos o poco convencionales, causan un efecto relajante en algunas personas. Según la química, lo más importante para que un ruido ayude a dormir es que sea estable y sin variaciones bruscas. Esto se debe a que las alteraciones repentinas en un sonido activan el cerebro para identificar posibles amenazas o cambios en el entorno, interrumpiendo el sueño.
Importancia de un sonido estable para el descanso
La recomendación de especialistas coincide con la teoría de Carolina: el cerebro necesita constancia para relajarse. Cuando escuchamos un ruido constante, como el zumbido de un ventilador, las olas de mar o la lluvia suave, nuestra mente puede «ignorar» ese estímulo, logrando así un estado de mayor calma. En cambio, sonidos irregulares o con picos repentinos, como alarmas, golpes o ruidos ambientales cambiantes, mantienen al cerebro alerta.
Tipos de sonidos recomendados y no recomendados
Entre las opciones más valoradas para relajarse y dormir, según los expertos y las observaciones de Carolina, se encuentran:
- Sonidos naturales estables: agua fluyendo suavemente, lluvia constante, susurro del viento.
- Melodías sin alteraciones bruscas: música clásica suave, especialmente aquellas sin percusiones ni cambios repentinos.
- Ruidos blancos o sonido de aparatos: ventiladores, extractores o máquinas de sonido ambiental con funcionamiento constante.
En cambio, sonidos como tormentas con truenos variables, música con ritmos intensos o sonidos inesperados no son recomendables para la mayoría, aunque existen excepciones según las preferencias personales. Alejandra, por ejemplo, disfruta el audio de tormenta para dormir, mientras que para otros puede resultar inquietante.