El 27 de mayo de 2025, el Consejo de Ministros autorizó un nuevo Real Decreto que marca un antes y un después para los trabajadores del sector de la construcción en España. Esta normativa permite que estos profesionales accedan a la jubilación anticipada sin sufrir penalizaciones en su pensión, una medida que busca reconocer el marcado desgaste físico y la peligrosa naturaleza de sus tareas diarias.
Hasta ahora, quienes decidían retirarse antes de la edad legal veían cómo su cuantía se veía reducida debido a los coeficientes reductores. Sin embargo, el nuevo Real Decreto 402/2025 modifica esta situación, otorgando a la construcción un tratamiento similar al de otros colectivos que ya tienen derecho a esta modalidad de jubilación anticipada sin recortes. Esta decisión responde a la presión de sindicatos y agentes sociales que han evidenciado, durante años, el impacto negativo que el trabajo en la construcción tiene sobre la salud física y mental de sus profesionales, quienes soportan condiciones laborales exigentes y riesgos permanentes.
El Real Decreto aprobado establece un marco regulatorio basado en el artículo 206 de la Ley General de la Seguridad Social, que permite la jubilación anticipada sin penalizaciones a sectores considerados con trabajos penosos, tóxicos, peligrosos o insalubres. Esta ley ya ha sido aplicada a colectivos como policías, bomberos, mineros, ferroviarios, personal de vuelo y artistas de alta exigencia física, además de los profesionales taurinos.
Con la incorporación de la construcción, España reconoce oficialmente que su actividad reúne los cuatro factores que justifican este derecho: penosidad, insalubridad, toxicidad y peligrosidad. Este reconocimiento se basa en los estudios y análisis del Ejecutivo que incluyen índices de bajas laborales, siniestralidad, incidencias por enfermedad profesional y incapacidades permanentes dentro del sector. El desgaste físico intenso y las adversas condiciones climáticas bajo las que laboran los constructores son un clásico ejemplo de penosidad. A esto se suma la insalubridad derivada de ambientes con ventilación deficiente o falta de higiene, así como la toxicidad provocada por la exposición a sustancias químicas peligrosas como materiales pesados y disolventes utilizados en diversas fases de construcción.
Por otro lado, la peligrosidad es uno de los factores más críticos, dado que los trabajadores están expuestos a riesgos constantes de accidentes graves, implicando desde labores en altura hasta la manipulación de maquinaria pesada, ambos con elevados índices de siniestralidad.
Condiciones para beneficiarse y límites establecidos
Es importante destacar que, pese a este cambio, la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada en estos casos se mantiene en 52 años. Además, no desaparece el requisito de contar con el mínimo de años cotizados exigido, algo que varía según las circunstancias personales y la legislación vigente de la Seguridad Social en España. Aunque la posibilidad de evadir los coeficientes reductores representa un avance notable para los constructores, la medida se limita a este sector en concreto. Otros empleados que decidan retirarse antes de la edad legal sin cubrir unos requisitos similares seguirán enfrentándose a los recortes establecidos.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiaz, subrayó que el propósito fundamental es proteger a los trabajadores que, por la naturaleza de sus empleos, sufren un mayor desgaste físico y riesgos laborales. De este modo, se pretende evitar que prolonguen su actividad profesional en condiciones innecesariamente perjudiciales para su salud.
En busca de votos a través de jubilaciones anticipadas. No gracias, me lo paso muy bien trabajando.