En España, una práctica muy habitual y arriesgada al volante está comenzando a tener consecuencias directas desde 2025. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un nuevo sistema automático de cámaras diseñado para identificar y sancionar a aquellos conductores que incumplen las normas de circulación en tramos concretos de autovías y accesos a ciudades.
Esta medida apunta a controlar una maniobra específica que hasta ahora resultaba difícil de sancionar con rigor: el cambio de carril realizado antes de tiempo en zonas señalizadas con línea continua. Se trata, en concreto, de cuando un vehículo avanza por un carril lateral o de incorporación congestionado y luego se cruza al carril principal antes de que se permita legalmente hacerlo.
Este comportamiento conlleva riesgos importantes y ha sido identificado como una causa frecuente de colisiones laterales y frenazos inesperados, sobre todo en horas punta y entradas a las grandes urbes. La tecnología implementada por la DGT busca precisamente mitigar este tipo de incidentes.
El nuevo sistema aprovecha dos cámaras sincronizadas ubicadas en puntos estratégicos: una se sitúa en la zona de acceso o carril lateral y otra en el carril principal o tronco principal de la vía. Gracias a esta disposición, se capta en vídeo la secuencia completa del vehículo, comprobando el momento exacto en que realiza el salto de carril.
La clave es que el dispositivo detecta cualquier cruce realizado dentro del tramo delimitado por línea continua, que indica que legalmente está prohibido cambiar de carril hasta finalizar esa señalización. Cuando ambas cámaras capturan el mismo vehículo cruzando en esta situación, la infracción queda registrada de manera objetiva y sin margen a interpretaciones.
La cámara tiene la capacidad de registrar la matrícula del vehículo claramente desde ambos ángulos, lo que convierte la prueba en irrefutable y agiliza el procedimiento con el infractor.
Detalles de la infracción y consecuencias
El cambio indebido de carril en tramos con línea continua se considera una infracción grave. La novedad este 2025 es que estas cámaras automáticas han ampliado el rango de maniobras susceptibles de multas, reaccionando con rapidez y sin errores humanos.
La sanción establecida en estas circunstancias consiste en una multa económica de 200 euros. Es importante destacar que no acarrea pérdida de puntos en el permiso de conducir, pero sí la responsabilidad de cumplir con la sanción para evitar procedimientos mayores.