Con la llegada de las bajas temperaturas, muchos conductores sufren el engorro del hielo en el parabrisas que retrasa sus desplazamientos. Sin embargo, evitar que la escarcha se forme no requiere hoy en día medidas complejas ni costosas. Antes de salir a la calle, la solución más práctica para prevenir el hielo en el vidrio del coche es un gesto muy sencillo realizado antes de la noche.
Esta acción no solo acelera la partida, sino que incrementa la seguridad al garantizar una visibilidad óptima desde el primer momento. Además, elimina riesgos de daño sobre las escobillas y el cristal que derivan de utilizar técnicas erróneas para eliminar el hielo. Estos daños suelen ocurrir cuando se emplea agua caliente para descongelar o se activan los limpiaparabrisas sobre una capa congelada, lo que puede deteriorar tanto la superficie como las gomas de las escobillas. Por ello, anticiparse es fundamental en el mantenimiento invernal del vehículo.
Como evitar la formación de hielo en el parabrisas
El método más eficaz y rápido para impedir que aparezca la escarcha es colocar una barrera entre el parabrisas y las condiciones exteriores. No es necesario comprar productos específicos: un cartón rígido o una manta suficientemente gruesa pueden hacer el trabajo. Basta con cubrir el cristal y sujetarlo con los limpiaparabrisas o colocar la manta de forma que los cierres de las puertas delanteras la mantengan fija.
La explicación técnica radica en que durante las horas de la noche, el parabrisas tiende a enfriarse más rápido que el aire circundante, lo que facilita que el vapor de agua se condense y posteriormente se congele. Al colocar una capa protectora, se reduce el enfriamiento directo y se evita la formación de la tan temida escarcha.
Además, esta simple barrera protege las escobillas de limpieza del parabrisas, evitando que se adhieran a la luna congelada, algo habitual cuando las temperaturas descienden por debajo de cero. Para quienes prefieren soluciones diseñadas específicamente para este fin, en el mercado se ofrecen protectores con aislantes térmicos que cubren el cristal de extremo a extremo. Estos suelen incluir accesorios para cubrir los retrovisores laterales, otro de los puntos donde suele acumular hielo y nieve.
Alternativas caseras y trucos para reforzar la prevención
Cuando no se dispone de una cubierta física o se quiere aumentar la prevención, existen varios remedios caseros que han demostrado una efectividad moderada. Uno de los más populares consiste en pulverizar sobre el parabrisas una mezcla de agua y vinagre en proporción tres a uno. El vinagre, debido a su naturaleza ácida, ralentiza la formación de hielo al inhibir la congelación del agua sobre el cristal.
Otra técnica tradicional es frotar media patata pelada sobre la superficie del parabrisas. El almidón de la patata crea una película fina que dificulta la adhesión del hielo. No obstante, esta práctica es poco duradera y pierde efecto si hay precipitaciones de lluvia o nieve a lo largo de la noche. También se emplean soluciones caseras a base de alcohol isopropílico o mezclas salinas, que disminuyen el punto de congelación del agua. Su principal virtud es mantener cierta eficacia en temperaturas bajo cero moderadas, aunque requieren almacenamiento en lugares protegidos para preservar sus propiedades.
Poner la baliza en el cristal y funde el hielo,