En España, existe una creencia muy arraigada: solo el pediatra puede determinar qué leche de fórmula es la mejor para un bebé. Sin embargo, el reconocido pediatra Carlos González ha puesto en duda esta idea, señalando que, en la práctica, la mayoría de estos profesionales opta por recomendar siempre la misma marca o simplemente cambia de producto sin un criterio claro.
Según González, todas las leches de fórmula comercializadas tienen que cumplir una normativa muy rigurosa. Por eso, en lo que se refiere a las fórmulas estándar, no existen diferencias significativas que justifiquen la preferencia por una marca u otra. Esta igualdad normativa garantiza que cualquiera de estas opciones satisfaga las necesidades nutricionales básicas del bebé, a menos que se trate de situaciones especiales.
El pediatra aclara que solo en casos específicos, como cuando el bebé presenta una enfermedad o intolerancia concreta, es fundamental ceñirse a la fórmula prescrita por el médico. Estas leches especiales se venden exclusivamente en farmacias y su composición está adaptada a necesidades clínicas puntuales. Por ejemplo, niños con alergia a la proteína de la leche de vaca o con problemas de absorción requieren fórmulas hipoalergénicas o con perfiles nutricionales personalizados.
Normativa y regulación de las leches de fórmula
La calidad y seguridad de las fórmulas infantiles están estrictamente reguladas en España y en la Unión Europea. Desde hace años, la legislación establece una lista detallada de ingredientes permitidos y sus cantidades máximas y mínimas para garantizar el desarrollo saludable del lactante. Los cuerpos reguladores supervisan que los productos comercializados cumplan estas normas, lo que implica que todas las marcas, independientemente de su precio o publicidad, ofrecen fórmulas seguras y nutricionalmente aceptables.
Este marco legal contribuye a que no existan grandes variaciones entre marcas, un aspecto que González subraya como clave para desmontar mitos. El pediatra sostiene que, para la mayoría de los lactantes, la elección de una determinada leche de fórmula se puede basar en preferencias personales o económicas, más que en diferencias clínicas.
Las fórmulas hipoalergénicas y sus mitos
Otro punto polémico que Carlos González aborda son las llamadas fórmulas hipoalergénicas, identificadas habitualmente con las siglas HA en los envases. Estas leches están diseñadas para bebés con mayor riesgo de desarrollar alergias o que ya las padecen. Sin embargo, no existen evidencias científicas concluyentes que demuestren que las fórmulas HA eviten la aparición de alergias en niños sanos.
En concreto, González afirma que estas fórmulas «no sirven para nada» en cuanto a la prevención de alergias, un dato que contrasta con la publicidad que suelen acompañar a estos productos. Este reclamo, criticado por profesionales sanitarios, puede generar falsas expectativas en los padres y desinformar sobre el papel real de la alimentación en el desarrollo inmunológico.
De hecho, la alergia alimentaria es un fenómeno complejo que no depende exclusivamente del tipo de fórmula infantil utilizada. Otros factores como la genética, el entorno y la introducción gradual de alimentos juegan un papel fundamental. Por ello, la recomendación general es seguir las pautas médicas y no optar por fórmulas hipoalergénicas de forma preventiva sin prescripción.